Cataluña

La expresión que utilizan los catalanes para ofender y que el resto de España no entiende

Expresión de los catalanes
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En una conversación acalorada, las palabras adquieren otro significado. Se tensan las voces, se aceleran los gestos y, de pronto, una frase en apariencia inocente puede estallar como un disparo verbal. Entre los catalanes, una expresión corta y aparentemente poco ofensiva ha adquirido con los años un significado muy distinto del que parece. Para muchos, escucharla genera desconcierto, incluso cierta confusión: «¿Qué acaba de decirme?». Porque aunque no suene violenta, su mensaje sí lo es.

Se trata de «ves a pastar fang», una frase típica del catalán coloquial que, traducida literalmente, significa algo tan banal como «vete a amasar barro». Pero no hay que dejarse engañar: lo que comunica en realidad es un potente «lárgate de aquí» o un directo «vete a la mierda». Es una manera contundente de mandar al otro bien lejos sin utilizar groserías explícitas. Lo interesante es que esta expresión se ha mantenido viva a lo largo del tiempo y los catalanes siguien utilizándola con fuerza, tanto en discusiones personales como en contextos políticos o sociales cargados de tensión.

Una expresión de los catalanes que esconde más de lo que parece

«Ves a pastar fang» puede parecer una de esas frases que podrían salir de un cuento infantil, algo inocente, incluso simpático. Sin embargo, cuando se pronuncia en pleno rifirrafe, el mensaje no tiene nada de amable. En castellano sería el equivalente a decir «anda y que te den» o «lárgate ya, pesado», aunque dependiendo del tono, puede ser incluso más duro.

La fuerza de esta frase no radica en insultos explícitos, sino en su capacidad de menospreciar al interlocutor de forma pasivo-agresiva. No le estás gritando, no le estás insultando con palabrotas, pero le estás diciendo que no quieres verle ni en pintura.

Una expresión con historia

Aunque es difícil precisar el origen exacto de esta expresión, su estructura sugiere que viene de tiempos en los que el trabajo con barro era algo común, especialmente en zonas rurales. «Pastar fang» podría hacer referencia a una actividad poco valorada, sucia, pesada, que se hace lejos del hogar o del centro del pueblo. En ese sentido, el mensaje oculto es claro: sal de aquí y vete a hacer algo tan poco importante como amasar barro.

En un entorno campesino o tradicional, decirle a alguien que se marche a hacer esta tarea equivaldría a expulsarlo del grupo, relegarlo a lo inútil o lo marginal. A lo largo del tiempo, el contexto ha cambiado, pero la carga de desprecio contenida en la frase se ha mantenido intacta.

El desconcierto fuera de Cataluña

Para quienes no son catalanes, la expresión puede sonar incluso graciosa o absurda. ¿A qué viene eso de amasar barro? ¿Por qué alguien usaría esa imagen para cortar una discusión? La ambigüedad de la frase es precisamente lo que la hace tan potente. No necesita palabras malsonantes para hacer daño. Es una expresión típicamente catalana en su forma de ser cortante sin parecerlo, de decir mucho con poco, y de hacerlo con una carga cultural que se escapa a la traducción literal.

Aunque algunas expresiones del pasado caen en desuso, «ves a pastar fang» sigue plenamente vigente. Se escucha en discusiones familiares, en debates políticos, en redes sociales y hasta en conversaciones coloquiales cargadas de ironía. Su versatilidad la hace útil tanto para expresar enfado genuino como para lanzarla con un tono más cómico o teatral.

Expresiones similares

Así como el catalán cuenta con expresiones cargadas de ironía y contundencia disfrazadas de inocencia, otras lenguas cooficiales del Estado también han cultivado su propio repertorio de frases para expresar rechazo, desdén o enfado de forma creativa.

En gallego, una de las más comunes es «vai dar unha volta», que literalmente significa «vete a dar una vuelta». Aunque suena amable y poco agresiva, su verdadero propósito es cortar la conversación y marcar distancia con quien la recibe. En realidad, viene a decir algo como: «déjame en paz», o «vete por ahí y no molestes», pero sin levantar la voz.

En el caso del euskera, el tono tiende a ser más directo, quizás por la contundencia fonética de la lengua. Una frase como «joan hadi pikutara», que podría traducirse como «vete al demonio» o «lárgate al infierno», se reserva para momentos de enfado genuino.

Lo interesante es ver cómo cada cultura ha encontrado maneras distintas de expresar el enfado, en función de su historia, su entorno y su forma de entender las relaciones humanas. En ese sentido, «ves a pastar fang» es un reflejo perfecto del carácter catalán: directo, sarcástico y elegante a la vez.

En un mundo donde las palabras tienen cada vez más peso y donde el lenguaje es una herramienta de poder y de identidad, este tipo de expresiones nos recuerdan que hablar una lengua no es solo comunicarse: es también formar parte de una cultura, de una manera de sentir y de enfrentarse al mundo.

Lo último en Curiosidades

Últimas noticias