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Este es el precio por visitar el Titanic en submarino en mayo de 2021

Está sumergido a 3.800 metros de profundidad

Si quieres vivir una experiencia única y memorable, te gustará saber que en 2021 tienes la oportunidad de visitar el Titanic en submarino. El trasatlántico más famoso del mundo se encuentra sumergido a 3.800 metros de profundidad. Ningún turista ha tenido la oportunidad en más de un siglo de ver con sus propios ojos los restos del Titanic. Stockton Rush, presidente de OceanGate Expeditiosn, señala que hasta la fecha más personas han alcanzado la cima del Everest de las que han visto el Titanic.

El Titanic fue un transatlántico que se hundió en la noche del 14 al 15 de abril de 1912, durante su viaje inaugural. Murieron 1.496 personas de las 2.208 que iban a bordo.

Visitar el Titanic, una experiencia única en la vida

Las expediciones a cargo de OceanGate tendrán lugar en verano de 2021, y los turistas descenderán en un pequeño submarino hasta los restos del trasatlántico. El tiempo estimado de inmersión será de entre seis y ocho horas. ¿El precio? 125.000 dólares por persona, unos 105.000 euros al cambio. Visitar el Titanic no está al alcance de todos los bolsillos.

Ahora bien, el viaje está diseñado para que los turistas formen parte de la expedición junto con los tripulantes. Ayudarán a los expertos a clasificar criaturas marinas y objetos, y a recoger imágenes en alta resolución para luego crear un modelo en 3D de los restos del Titanic.

Los turistas descenderán en un submarino aerodinámico de fibra de carbono bautizado como ‘Titan’, y que puede alcanzar los 4.000 metros de profundidad.

El fundador de OceanGate Expeditions explica que ya se han sumado a la aventura 36 personas. Casi todas son de nacionalidad estadounidense, aunque también hay algunas procedentes de China, Reino Unido y Australia.

Los restos del Titanic están a punto de desaparecer

Quizá este viaje sea la última oportunidad de ver los restos del Titanic en el fondo del Océano. Los científicos creen que en un par de décadas, o incluso antes, no quedará nada del gran buque.

Fue en 1985 cuando Robert Ballard, un oceanógrafo de la Universidad de Rhode Island en Narrangansett, Estados Unidos, halló los restos del Titanic por casualidad, cuando participaba en una misión secreta de la Armada para encontrar dos submarinos nucleares estadounidenses que se habían hundido durante la Guerra Fría.

Los restos del trasatlántico estaban muy bien conservados, debido en gran parte a la profundidad. A 3.800 metros por debajo de la superficie oceánica no hay luz, la presión es muy intensa y el entorno es hostil para la gran mayoría de los seres vivos. Sin embargo, ahora el casco se está oxidando por culpa de una bacteria que se come el metal. Los científicos creen que esta bacteria habrá devorado todo el pecio del Titanic para el año 2040.