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Escándalo: los alimentos envasados pueden pesar menos de lo que indican las etiquetas

¿Alguna vez has pesado un paquete por ejemplo de pasta o de arroz o cualquier alimento envasado? Seguramente lo hayas hecho y te habrás llevado una sorpresa al comprobar que el kilo que marca el paquete no se corresponde con la realidad sino que en realidad es inferior. Todo un escándalo que sin embargo parece tener una justificación legal, así que conozcamos ahora el porqué los alimentos envasados pueden pesar menos de lo que indican las etiquetas.

Por qué los alimentos envasados pesan menos que lo marcado

La respuesta a porqué los alimentos envasados pesan menos que lo marcado en el paquete la tiene la OCU que ha aclarado esta controversia por la que muchos consumidores se sienten estafados.

Según explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) existe un límite legal que alude a al peso que marca la etiqueta. Es decir que si tenemos por ejemplo un alimento cuyo paquete marca 100 gramos, legalmente puede pesar 95,5 gramos, mientras que para los paquetes de kilo se permite hasta un margen de error de 15 gramos.

La OCU explica además que sus expertos han analizado el peso que tienen los productos que más se compran y que por el momento nunca han detectado un peso que fuera inferior al los límites que están legislados gracias a la precisión que tiene la maquinaría que se actualiza actualmente en el envasado industrial.

Aspectos a tener en cuenta al pesar los alimentos envasados

La OCU ha querido explicar además que antes de pensar cualquier  alimento envasado tengamos en cuenta estos aspectos:

A la hora de comprar los alimentos envasados y si queremos asegurarnos que se cumple con la legalidad sólo tenemos que fijarnos en que el paquete lleve impreso la letra ‘e’ que aparece junto al peso. La OCU explica que esta letra hace referencia a que se cumple con la ley y que se lleva a cabo un control estadístico de pesos eficaces a partir de la normativa europea.

La OCU no se olvida además de las bolsas hinchadas de aire (como las de los snacks por ejemplo) alegando que se rellenan con gas para que el producto esté protegido y no se rompa y que además se conserve mejor y por más tiempo.