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Historia

Cuándo nace la familia

La familia nace durante la prehistoria

La familia es un elemento social que vertebra las sociedades occidentales y la práctica totalidad de civilizaciones que pueblan y han poblado este mundo. Ahora bien, ¿cuándo aparece?

Si miramos en el pasado más antiguo de nuestro mundo, encontramos que el ente familiar aparece en los estadios más tempranos de la civilización humana hace ahora varios miles de años, incluso millones.

Es difícil establecer un origen concreto para el nacimiento de las familias como tal. Pero sí que podemos saber que el ser humano es un mamífero, lo quiere decir que, como tal, es un ser social.

Los seres sociales viven en comunidad desde que nacen, aunque no todos mantienen la misma comunidad a lo largo de su vida. No obstante, es normal que creen un vínculo fuerte con la prole, en la que los progenitores son los encargados de cuidar a los nacidos durante sus primeros años de existencia hasta que son capaces de valerse por sí mismos para que formen sus propias familias.

Cuándo podemos establecer el nacimiento de la familia

Así que, para conocer el nacimiento de la familia, nos hemos de remontar hasta la prehistoria, en los primeros estadios del nacimiento de la humanidad tal como la conocemos ahora mismo, pero en sus primeros días de evolución.

Así que, aunque es difícil de establecer, podríamos decir que, como mamíferos, las primeras familias entendidas como la unión entre un macho y una hembra junto con sus hijos y prole, debieron establecerse como unión hará unos 4 millones de años, cuando surgieron los primeros homínidos primitivos.

Al parecer, también debieron ser estas las primeras fases en las que las familias se unían en comunidades o pequeñas colonias, probablemente formadas todas ellas por las propias uniones de padres patriarcales junto con hijos que a su vez se casaban con otros homínidos y procreaban para crear su propia y pequeña sociedad.

El hecho de que la crianza y desarrollo de las crías se extendiese en el tiempo exigía que hombres y mujeres colaborasen en el cuidado de la prole para perpetuar la especie, estableciendo uniones duraderas y estables en las que se incluía la educación de los niños, y donde cada uno tenía su rol particular. El macho, por lo general, jerarquizando, alimentando y protegiendo de amenazas, la hembra cuidando y formando a los pequeños.

Si miramos la historia del ser humano, observamos que este es el sistema de organización social más habitual, pero no el único, pues todavía existen tribus que no siguen esta tendencia.