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El conocido refrán que todos usamos sin parar en España, pero nadie sabe que su origen está en El Quijote

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Expresiones como «Donde menos se piensa, salta la liebre» forman parte del lenguaje coloquial en España y son un reflejo de la sabiduría transmitida entre generaciones. Este refrán, utilizado para expresar la aparición repentina de lo inesperado, alude a la agilidad y astucia de la liebre como símbolo de las sorpresas de la vida.

Es una manera sencilla y directa de recordar que incluso el plan más sólido puede verse alterado por factores imprevistos. Se utiliza tanto para advertir como para consolar. ¿Quieres conocer su origen?

El origen del refrán «Donde menos se piensa, salta la liebre» está en El Quijote

Aunque muchos creen que esta frase pertenece únicamente al ámbito del habla popular, su rastro se encuentra en la literatura del Siglo de Oro, y en concreto, en El Quijote.

En la Segunda Parte de la obra, publicada en 1615, Sancho Panza lanza una versión del refrán en el Capítulo 10: «Donde no piensa, salta la liebre». Esta forma, aunque hoy en día es algo diferente, transmite la misma idea.

Más adelante, tal y como informa el Centro Virtual Cervantes, en el Capítulo 30 Don Quijote vuelve a emplear la expresión de forma diferente: «Donde menos se piensa, se levanta la liebre». Esto que demuestra que ya era común en el habla de la época y suficientemente conocida como para que Cervantes la integrara en su obra maestra.

Otros autores que usaron este refrán

El uso de esta expresión no se limita a Cervantes. Mateo Alemán la recoge en Segunda parte de Guzmán de Alfarache (1604), empleándola para alertar sobre los peligros que emergen desde donde menos se espera, incluso desde el subsuelo.

También aparece en La Pícara Justina, El Lazarillo de Tormes y en el siglo XVIII, José Francisco de Isla la adapta con ingenio en Fray Gerundio de Campazas, donde comenta que «también salta el libro donde menos se imagina». Estas apariciones confirman que el refrán era una herramienta expresiva de uso extendido en distintos géneros narrativos y contextos.

Las enseñanzas actuales del refrán «Donde menos se piensa, salta la liebre»

Más allá de su valor histórico y literario, el refrán conserva su plena vigencia en el presente. Su significado se puede aplicar a numerosas situaciones cotidianas que van desde decisiones empresariales hasta asuntos personales.

Esta expresión popular sirve como recordatorio de que siempre existe un margen para lo imprevisto. La frase te avisa sobre las sorpresas de la vida y te invita a mantener una actitud flexible ante el cambio.

Variantes de este refrán

Como ocurre con muchas expresiones populares, este dicho ha generado variantes que se usan de forma intercambiable. Algunas de las más comunes son «Donde el galgo no piensa, la liebre salta» o «Donde el hombre no cata, la liebre salta».

Incluso existen enunciados más elaborados, como «Cuando menos se piensa, muerde el pez el anzuelo». Todas ellas giran en torno al mismo concepto: que el azar o la sorpresa pueden surgir en los momentos y lugares más inimaginables. Y tú, ¿de qué forma dices este popular refrán?