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Virus: qué es características y estructura

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Según la definición de la Real Academia Española, un virus es un «microorganismo compuesto de material genético protegido por un envoltorio proteico, que causa diversas enfermedades introduciéndose como parásito en una célula para reproducirse en ella». Se trata de un parásito intracelular de pequeño tamaño, compuesto por proteína y ácido nucleico, el cual causa un gran número de enfermedades, como el sida (VIH), la gripe o el virus del papiloma humano. La palabra virus proviene del latín “virus”, que significa “toxina” o “veneno”.

Estructura

Dicho de un modo sencillo, el virus se introduce como parásito en las células vivas para reproducirse en ellas. Se trata por lo tanto de un organismo perjudicial para los seres humanos, que tiene la capacidad de propagarse por todo el cuerpo.

Teniendo en cuenta su pequeño tamaño, son extremadamente difíciles de localizar. En función de sus características, se componen de dos o tres partes: una capa proteica que les sirve para protegerse de los medicamentos antivirales, un material genético basado en el ARN o ADN y una cubierta de lípidos que rodea la célula.

Es interesante destacar que la estructura del virus ha evolucionado con el paso del tiempo, y que tiene su origen en los plásmido, los fragmentos de ADN que se mueven entre las células.

Propagación del virus

Los primeros restos de seres vivos datan de hace unos .800 millones de años. Desde entonces, los seres vivos han desarrollado un gran número de respuestas inmunológicas para protegerse de las enfermedades virales. En los últimos siglos se han desarrollado vacunas antivirales que han mejorado en gran medida la lucha contra estas enfermedades. Sin embargo, sigue habiendo algunos virus, como el sida, para los que no existe un tratamiento efectivo.

En lo que respecta a la propagación de los virus, depende en buena parte del ser vivo al que afecten. En el caso de las plantas, las partículas se transmiten mediante los insectos que se alimentan del polen. En los humanos, la propagación más habitual se debe a una incorrecta manipulación de los alimentos y al consumo de agua no potable, sobre todo en países en vías de desarrollo. Mientras, en el reino animal, la vía de contagio más común son las picaduras de los insectos o el contacto de fluidos.

Estos son los datos más relevantes sobre los virus. Los científicos señalan que son submicroscópicos ya que ni siquiera se aprecian con microscopio óptico.