Conoce las características principales del cubismo
Es una tendencia pictórica nacida en Francia entre 1904 y 1914
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Cuando hablamos del cubismo, no solo hacemos referencia a un movimiento artístico al uso, sino a la aparición de la primera vanguardia de dicha disciplina. La tendencia renacentista que reinaba desde principios del siglo XX fue relegada a un segundo plano, tras la ruptura que propició el cubismo con la pintura tradicional. El realismo y la precisión de los cuerpos dejó paso a la representación del mundo mediante figuras geométricas y una perspectiva múltiple.
El término cubismo fue acuñado por la crítica especializada del momento, más concretamente por el francés Louis Vauzcelles. Este aseguraba en sus escritos que las obras parecían estar compuestas por pequeños cubos, dando origen al apelativo que actualmente todos conocemos. El pintor y escultor español Pablo Picasso fue el principal exponente del cubismo, puesto que compartió con otras figuras como Georges Braque, Robert Delaunay o Jean Metzinger. Todos ellos plasmaron en sus creaciones las características propias del movimiento, que nosotros enumeramos a continuación:
Manejo del color
Los colores intensos y llamativos no formaban parte del cubismo, en contraposición a otros estilos como el impresionismo o el fovismo. En este caso, los artistas recurren al uso de tonalidades de baja luminosidad como el marrón, el gris o el verde. De hecho, en los primeros años de esta tendencia, la paleta monocromática era la única herramienta válida para el pintor. Ampliando después sus horizontes.
Fuente de inspiración
A pesar de transformar la representación del entorno que les rodea, los cubistas siguieron buscando la inspiración en los referentes del pasado: paisajes, retratos, bodegones… Lo único que ellos querían era demostrar su independencia artística, alejada de la imitación habitual del mundo.
Cambio de perspectiva
Como ya hemos mencionado con anterioridad, el cubismo rompe con toda perspectiva tradicional, situando los objetos en un mismo plano. De esta forma, el artista rechaza la apariencia real de las cosas y su profundidad. Esto permite representar, por ejemplo, a dos individuos, uno de perfil y otro de frente, simultáneamente.
Introducción de nuevos materiales
En el cubismo, los artistas no solo utilizaban la pintura para crear sus obras, sino que introdujeron nuevos materiales en el proceso. Así nacieron los famosos collages, que mezclan el óleo habitual con plásticos, papeles, metales, cuerdas u otros objetos de uso diario.
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