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La cabeza Olmeca de Madrid que muchos no conocen

En la parte del ensanche de Vallecas está la cabeza Olmeca de Madrid, una estatua que muchos han visto pero que desconocen totalmente. Según el Ayuntamiento de Madrid, se trata de una escultura donada a la ciudad por el estado mexicano de Veracruz, bajo el mandato de Miguel Alemán.

En realidad es una réplica, de 2005, de una de las colosales cabezas esculpidas por la cultura precolombina Olmeca. Pues reproduce la Cabeza Colosal nº 8, conocida como el “Rey”, que debió de tallarse entre los años 1200 y 900 a. C y que actualmente se considera una de las piezas más representativas del grupo de 17 cabezas olmecas halladas completas hasta la fecha.

La obra original fue encontrada en San Lorenzo Tonochtitlán, en el mencionado Estado de Veracruz, y hoy se exhibe en el Museo Nacional de Antropología e Historia de Xalapa.

¿Cuándo se inauguró esta réplica?

Está instalada en una de las principales glorietas del Ensanche de Vallecas y su inauguración  tuvo lugar el día 23 de mayo de 2007.

Este busto tiene un tamaño de 2,18 metros de altura por 1,46 de ancho. Pesa 5 toneladas y en cuanto a la cabeza podemos destacar que está esculpida con piedra sedimentaria gris clara.

Origen de tales cabezas

Son creaciones que sorprenden por su monumentalidad y lo complejo de la técnica empleada por los indígenas, dado el carácter monolítico de las piezas. Esta réplica, según el Ayuntamiento de Madrid, fue tallada, a lo largo de tres meses, en el taller del escultor mexicano Ignacio Pérez Solano, en Veracruz.

Porque fue un trabajo realmente preciso y de gran importancia para que se pareciera mucho a la original, la cabeza Olmeca de Madrid presenta un resultado es casi idéntico al original, presentando las mismas dimensiones y un peso muy similar, 5,5 toneladas.

Se le denomina Rey y esto a su aspecto majestuoso. A destacar que tiene apariencia severa y está ataviada con un casco o tocado.

Hay diversas representaciones de esta figura, porque no está claro quien podría ser, si un  sacerdote e incluso a un jugador de pelota, que solían portar un casco o tocado de parecidas características.

En todo caso, llama mucho la atención y esta en una zona donde no es tan normal ver tales figuras y estatuas. Lo que es seguro es que muchas de las personas que pasan por aquí no han reparado en qué es, su origen y cuándo fue a parar.

En Madrid hay muchas otras estatuas que conviene saber y conocer y qué ni tenemos conocimiento de ellas.