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Una ballena jorobada engulle a un buceador y lo escupe con vida

¡Pasó medio minuto en la boca del animal!

Ballena buceador
Ballena jorobada
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Hay ocasiones en las que la realidad supera a la ficción, y esta historia es la mejor prueba de ello. El protagonista es Michael Packard, un pescador de langostas de 56 años. Este viernes se encontraba buceando en los alrededores de la playa de Herring Cove, a unos 100 kilómetros de distancia de la ciudad de Boston (Estados Unidos). De un momento a otro, y sin que le diera tiempo a reaccionar, el buceador fue engullido por una ballena jorobada. Pasó medio minuto en el interior de la boca del animal, y luego le escupió vivo.

La increíble historia del buceador engullido por una ballena jorobada

El propio Michael Packard narra la historia desde el hospital. Explica que sintió un empujón muy fuerte, y de repente todo a su alrededor se volvió negro. Lo primero en lo que pensó fue en el ataque de un gran tiburón blanco, pero descartó esta idea porque no notaba ningún tipo de presión de dientes en su cuerpo. Lo que el buceador sintió dentro de la boca de la ballena jorobada fue cómo apretaba los músculos de su boca.

Fue entonces cuando empezó a moverse para tratar de salir de allí. Tras medio minuto de agonía, la ballena salió a la superficie, y lo siguiente que recuerda es que vio la luz. Empezó a agitar la cabeza enérgicamente, y de pronto ya estaba fuera del cetáceo. Un compañero le rescató y llamó a los servicios de emergencia.

Michael Packard fue trasladado en ambulancia al centro hospitalario. Aunque el susto fue tremendo, todo ha quedado en una anécdota. No ha sufrido ninguna fractura, aunque sí tiene numerosas contusiones por todo el cuerpo.

¿Qué fue lo que sucedió?

Los expertos afirman que no existen registros de sucesos similares a este por la zona. Explican que lo más probable es que Michael Packard estuviera en el momento y el lugar equivocados.

La forma en la que se alimentan las ballenas jorobadas es abriendo su boca completamente, de forma que atrapan todo lo que haya a su paso, como plancton y peces de pequeño tamaño. Todo apunta a que el buceador se encontraba en un punto ciego del animal, de forma que no lo viera. Una vez se dio cuenta de que lo había engullido y estaba en su boca, se vio sorprendida y abrió la boca para devolverlo al mar.

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