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Adiós a los cuadros y jarrones: la nueva forma de decorar tu casa según los arquitectos es mucho más elegante

La decoración con espejos es la última tendencia por la que apuestan expertos y arquitectos

Durante años, decorar las paredes ha sido casi un acto automático, ya que siempre hemos optado por colgar un cuadro, poner un jarrón en la cómoda o llenar los huecos con algún adorno que diera vida a la casa. Era la forma tradicional de vestir los espacios, sin pensar demasiado en la luz o en cómo se sentía el ambiente. Pero ese enfoque ha ido cambiando poco a poco. En la actualidad, los interiores se conciben de otro modo: buscan claridad, equilibrio y una sensación de calma que sólo se consigue cuando cada pieza tiene un sentido. Y en ese cambio silencioso, los espejos parecen ser el nuevo must have por el que apuestan los interioristas y también los arquitectos, si tenemos en cuenta todo el juego que dan en espacios que además de necesitar decoración, son pequeños.

De este modo, las paredes ya no se llenan por llenar, se piensan. Los arquitectos de interiores lo repiten con convicción: no se trata de quitar cosas, sino de elegir mejor. En esa elección, el espejo se ha convertido en un aliado natural. Su capacidad para reflejar la luz y dar profundidad lo vuelve casi mágico. No necesita competir con nada, pero transforma todo lo que tiene alrededor. Donde antes colgaba un cuadro, hoy basta un espejo bien colocado para cambiar por completo la sensación del espacio. Y es que un espejo no sólo te sirve para reflejar lo que tienes delante, o para agrandar el espacio. Te permite también decorar e incluso jugar con ella si tenemos en cuenta que firmas como IKEA, apuestan a lo grande por ellos, de modo que nos los presentan en diseños que resultan de lo más variados y además, perfectos para decorar.

La nueva forma de decorar que es mucho más elegante

En los últimos años, muchas marcas han apostado por reinventar el espejo desde un punto de vista estético. IKEA es como decimos una de las que mejor ha entendido esta evolución: sus diseños proponen espejos que son, a la vez, funcionales y decorativos. Ya no se trata solo de mirarse, sino de decorar con intención, de jugar con las formas, los materiales y las proporciones.

Espejo BLODLÖNN de Ikea.

Por ejemplo, tienes el modelo BLADLÖNN, que como ves es un conjunto de cuatro espejos cuadrados que invita a experimentar. Puede colocarse en línea, en cuadrícula o incluso de manera asimétrica, adaptándose a la pared como si fuera un puzzle. Esta modularidad lo convierte en un aliado perfecto para quienes buscan un efecto limpio y contemporáneo, especialmente en zonas como el recibidor o el pasillo, donde la luz suele ser limitada.

Por otro lado, tienes un modelo como el HÖNEFOSS que se ha convertido en una pieza icónica por su diseño hexagonal tal y como ves en la foto de portada. Sus diez unidades en distintos acabados, plateado y dorado, permiten crear composiciones tan discretas o atrevidas como uno desee. Algunos lo utilizan sobre la cama como cabecero visual; otros, en el salón o el pasillo, para aportar dinamismo y reflejos sutiles. Lo interesante de este modelo es que nunca se ve igual: cambia con la luz del día, con los movimientos y con la perspectiva.

Espejo VRIGSTAD de Ikea.

Y para quienes buscan algo más cálido, el modelo VRIGSTAD es una opción distinta, con ese punto artesanal que se echa de menos en muchos interiores modernos. Está hecho en junco trenzado, que no deja de ser un material sencillo que, sin embargo, tiene una presencia especial: nos permite que la pared tenga textura, suaviza el ambiente y rompe la frialdad de los espacios demasiado ordenados. Además su forma redondeada contrasta con las líneas rectas del mobiliario y ayuda a crear una atmósfera más cercana, más vivida. No es un espejo que solo se cuelga para decorar; tiene algo de hogar, como si trajera un pedazo de naturaleza a la pared.

Un nuevo lenguaje visual para el hogar

Decorar con espejos es, en realidad, una forma de escribir un nuevo lenguaje visual dentro de casa. Frente a la rigidez de los cuadros o las figuras decorativas, los espejos se adaptan y juegan con la luz, el color y el movimiento. Permiten que las paredes respiren, que el espacio se sienta más fluido y que cada estancia tenga su propia identidad sin necesidad de saturarla.

Por este motivo, detrás de esta tendencia hay algo más que una cuestión estética. Es una forma distinta de entender la casa: queremos espacios que respiren, que se sientan vivos y que reflejen quiénes somos sin necesidad de llenarlos de cosas. Los espejos ayudan a eso. No sólo amplían o dan luz, también invitan a mirar el entorno desde otro lugar, a descubrir rincones y perspectivas que antes pasaban desapercibidas y por ello se imponen, y marcan la tendencia actual cuando se trata de decorar paredes.