Cultura

El nuevo libro de Euprepio Padula que entrena a las personas para que alcancen el éxito

¿Cuántas veces hemos escuchado la expresión ‘don de gentes’? ¿Y cuántas veces nos hemos preguntado si existe realmente esa cualidad y, en caso que así sea, si nosotros la poseemos? El coach y experto en liderazgo Euprepio Padula, que lleva trabajando durante más de veinte años entrenando a líderes políticos y empresariales, ha publicado un nuevo libro llamado Don de gentes’. 

Gracias a ello, ha podido constatar que sí existen personas tocadas por este don y que son fácilmente reconocibles, pues dejan huella. Pero no sólo eso, sino que además el don funciona: es un potentísimo acelerador de éxito, el multiplicador más eficaz y una herramienta que consigue hacer saltar todos los límites del resto de nuestras cualidades.

Este libro nace con la intención de arrojar luz sobre las claves de ese don de gentes, para que todos puedan alcanzarlo. Tanto quienes lo llevan innato, entrenándose para desarrollarlo, como quienes carecen de él, aprendiendo a conseguirlo y explotarlo.

«El libro que tienes entre las manos nace de una premisa básica: el don de gentes se puede entrenar y perfeccionar. Como reza el conocido refrán, ‘unos nacen, otros se hacen’. Quien tiene la fortuna de llevarlo en sus genes será más capaz de afinar su puntería en este aspecto; quien, por el contrario, no lo lleva de serie, deberá esforzarse, trabajar duro por conseguirlo. ¡Pero se puede!», explica en la publicación.

Para ello, cree el autor, hay que poner en juego compromiso, trabajo, energía, dedicación, determinación, paciencia y pasión. «A las personas con don de gentes se las reconoce porque dejan huella sin saber por qué… y porque de ellas se aprende. Son personas que triunfan en la vida porque no necesitan más herramientas para triunfar», concluye.

Y, además, explica, «en mis ya más de veinticinco años de trabajo entrenando a líderes puedo decir humildemente que he cambiado de rumbo la vida de decenas de políticos y profesionales que entraban en mi despacho pensando en que jamás conseguirían brillar a la luz del carisma; muchos de ellos hoy dirigen empresas, equipos y partidos. Para conseguirlo han tenido que cuestionarse a sí mismos, han desaprendido muchas tonterías, se han librado de muchos complejos y han trabajado duro para buscar dentro de sí mismos la receta, la pócima mágica y única que les librara de sus limitaciones y frenos».