Cultura

La novela inédita de Pío Baroja verá la luz el 5 de noviembre

El mundo de la cultura está de celebración con la aparición de una novela inédita de Pío Baroja, ‘Los caprichos de la suerte’, un manuscrito que se guardaba como un tesoro en Itzea, la casa familiar de los Baroja en Vera de Bidasoa (Navarra) y que verá la luz el 5 de noviembre.

Publicada por Espasa, con prólogo de José Carlos Mainer y con una tirada inicial de 15.000 ejemplares, ‘Los caprichos de la suerte’ está ambientada en la guerra civil y fue escrita por el autor de ‘El árbol de la ciencia’ entre 1950 y 1951.

Se trata de la tercera de una serie de novelas que Pío Baroja título genéricamente como ‘Las saturnales’ y con un protagonista -alter ego-  del autor, Luis Goyerna, un periodista que huye de Madrid en plena guerra pasa por Cuenca hacia la ‘Valencia roja’ para luego llegar a París y allí pensar si se atreve a dar el salto a América.

«Esta es la última novela inédita de Pío Baroja. Ya no hay ningún material literario más; salvo algunas semblanzas, ensayos o escritos sueltos que irán saliendo», comenta Pío Caro-Baroja, sobrino nieto del escritor, en la casa familiar de Itzea, donde ha recibido a un grupo de periodistas para mostrarles el original de la obra.

Un tesoro mecanoescrito con añadidos de centenares de anotaciones del autor y que se encontraba en una carpeta en tonos grises y atada por cintas rojas que decía: «Carpeta número 10. Pío Baroja. Novelas de guerra. Los caprichos de la suerte III Parte (A la desbandada)».

La novela fue catalogada en 1972 por Pío y Julio Caro-Baroja, los sobrinos del autor de ‘El árbol de la ciencia’, pero se quedó ahí, hasta hoy, por diferentes razones esperando mejores momentos.

«Esta novela forma parte de la trilogía de la guerra civil española que empezó a escribir mi tío abuelo en 1949 y que llamó ‘Las saturnales’. Primero se publicó ‘El cantor vagabundo’ y en 2006, ‘Miserias de la guerra’, que antes no había pasado la censura franquista y que aprovechando el 50 aniversario de la muerte de mi tío en ese año se publicó», explica.

La novela recoge el testimonio directo de Pío Baroja, a través de Luis Goyena y Elorrio, un médico, (como el autor) licenciado en Filosofía y Letras y periodista de oficio.

Pío Baroja tuvo un altercado en Vera de Bidasoa, en zona nacional, donde le pilló la guerra, en julio del 36, con las tropas carlistas que estuvieron apunto de fusilarle y estuvo encarcelado unos días.

Cuando salió hizo su equipaje y se fue a Francia y se instala en París con todos los exiliados con Ortega y Azorín hasta que llegan los alemanes y vuelve a España.

De ahí que en el libro muestre sus preocupaciones por el futuro de España, comenta el heredero, quien custodia su legado junto a su familia.

«Estuvo buscando la equidistancia. Era antirrepublicano, no creía en la República ni en los políticos y no le gustaban tampoco los nacionales. ‘Ni los blancos ni los rojos’, decía. Muestra eso sí, una posición inequívoca contra el nazismo», subraya Pío Caro-Baroja.

«Pensaba que España necesitaba un cambio y no le gustaba la violencia. Fue una persona independiente y justa y también arbitraria, de filias y fobias. Nunca estuvo tampoco imbuido por un espíritu religioso», recalca el sobrino nieto del autor en la casa familiar que alberga el tesoro de la biblioteca de Pío Baroja y Julio Caro-Baroja, con más de 20.000 volúmenes.

Una casa museo que puede ser visitada y consultada por investigadores y que contiene, además, decenas de pinturas, grabados; entre ellos, el cuadro que Picasso hizo de Pío Baroja o el esqueleto de la cabeza un oso antiquísimo, regalo de Hemingway al autor de ‘La busca’; o todo el archivo con los diarios de Caro-Baroja.

En ‘Los caprichos de la suerte’, que pronto también será publicado en la colección de los clásicos de Austral en tapa blanda, el escritor habla de la violencia, el exilio, la naturaleza humana, las artes, la vida urbana o de la crisis de la novela y de la literatura.

«El rescate de la última novela que compone la trilogía ‘Las saturnales’ debería ser una noticia mayor en la historia de las letras contemporáneas en nuestro país…», deja escrito José Carlos Mainer en el prólogo del libro, que supone todo un acontecimiento en este otoño.