Cultura
Presidente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires

Eduardo Constantini: «Empecé a coleccionar arte con 20 monedas en el bolsillo»

Eduardo Constantini es un empresario argentino enfocado en el mercado inmobiliario y financiero, fundador y presidente del museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). El pasado mes de febrero fue uno de los coleccionistas latinos premiados por la Fundación ARCO. Su colección de arte latinoamericano es de las mejores del mundo. Entre sus últimas adquisiciones se encuentra ‘El Baile de Tehuantepec’ de Diego Rivera adquirida por 15,7 millones de dólares.

¿Cómo empieza tu interés en el arte y cuáles son tus premisas para seleccionar obra?

Mi interés por el arte comienza cuando yo tenía mis 20 monedas y 20 y poquitos años. Entré en una galería de arte, vi una obra y a partir de ahí empezó mi interés. Esa obra no la pude comprar porque no me alcanzaba el dinero, pero compré otras obras que me podía permitir y a partir de ahí nunca más deje el arte. Al principio esporádicamente y después ya se hizo una rutina en mi vida.

Yo colecciono básicamente arte latinoamericano. Ese es mi foco en la colección. En el año 2001 fundé Malba de manera que mi mirada es una mirada histórica. Por un lado, la colección arranca con el modernismo latinoamericano y lo que intento es comprar las mejores obras de los artistas más representativos de ese ámbito. El fuerte de la colección es el periodo moderno, pero luego abre al periodo contemporáneo, poscontemporáneo y, por supuesto, que cuanto más nos acercamos al presente, se diversifica más el abanico de artistas por lo que también es más difícil comprar y de ahí la selección será validada por el tiempo. Las piezas tienen que piezas de museo.

¿Cuáles son los objetivos del Malba y de su colección? 

El objetivo del Malba es darle visibilidad al arte latinoamericano en Buenos Aires, en Latinoamérica y en el mundo. Su objetivo es también difundir el arte en general porque nosotros tenemos un programa que hace énfasis en el arte latinoamericano partiendo desde el propio arte argentino. No obstante, también traemos muestras de artistas internacionales para abrir el espectro al público.

¿Cómo visualizas el arte latinoamericano respecto al europeo y al norteamericano? 

El arte latinoamericano tenía una visibilidad mínima y apareció un poco en el mapa después de la segunda retrospectiva que hace el Moma con Diego Rivera. Luego por temas políticos de desencuentros de la región, Latinoamérica pierde visibilidad también desde el punto de vista de su arte. Los últimos 20 años, los museos centrales comienzan a tener programas de arte latinoamericano, nombrando conservadores y reviviendo sus programas de adquisición. Cuando nació Malba, por ejemplo, al mismo tiempo el museo de Houston empezó un programa de arte latinoamericano y nombró a Mari Carmen Ramírez como conservadora. El Moma también crea una posición de conservador de arte latinoamericano reviviendo su programa de adquisición. También el Reina Sofia, la Fundación Daros y la Tate Modern. Los museos centrales empiezan a viajar por Latinoamérica y a través de su mirada comienzan a convalidar artistas ya establecidos y nuevos latinoamericanos. Comienza entonces una dinámica de mayor visibilidad. No obstante, aún no está a la altura del arte europeo y mucho menos del arte de Estados Unidos.

¿Tiene el Malba alguna relación en España?

No tenemos una relación institucional. La colección se exhibió en La Caixa y hemos prestado obras con asiduidad al Reina Sofia. También al Thyssen, cuando hizo la exposición del retrato prestamos la obra de Frida Kahlo.