Comunidad Valenciana

Un sindicato exige medidas a Puig y Barceló ante los insultos y agresiones en Atención Primaria

La Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) ha dado la voz de alarma y ha instado a la Consejería de Sanidad del Gobierno valenciano, que dirige la socialista Ana Barceló, a que informe y explique las medidas que piensa tomar ante la escalada de insultos y agresiones que se producen en Atención Primaria. El sindicato, además, advierte de que ahora mismo, la situación que se vive en los centros de Atención Primaria es extremadamente grave, tanto por la saturación de pacientes como por la falta de medios de los profesionales sanitarios.

Citas con un minuto de diferencia de un paciente a otro, llamadas telefónicas que requieren atención y que no paran en toda la jornada, horarios de imposible cumplimiento, saturación en las salas de espera…, la situación de la Atención Primaria en la la Sanidad de Barceló y del presidente de la Generalitat Valenciana el socialista Ximo Puig está llegando a un punto extremo. De tal modo, que aquello de lo que alertaron médicos y sanitarios cuando ya se percibía la saturación de la Atención Primaria se está dando. Ahora, es el sindicato CSIF el que advierte de la escalada de agresiones e insultos al personal sanitario en esos centros. 

Según el citado sindicato, la Atención Primaria de la la Sanidad pública de la Comunidad Valenciana necesita crear 4.500 plazas estructurales para poder afrontar la situación en consultorios y centros de salud. Es decir, para dar una respuesta correcta al aluvión de pacientes de cada día. Por ello, el sindicato solicita a Barceló la adopción de varias medidas. Entre esas medidas, reclama la creación de una mesa técnica monográfica cuyo objetivo sea salvar la Atención Primaria. reclama también, ante la escalada de insultos de usuarios a profesionales, que se efectúen evaluaciones de riesgos psicosociales por centros y servicios al objeto de conocer la realidad de los centros tanto en lo referido a la falta de personal como a las instalaciones obsoletas y muy reducidas para el volumen de usuarios. El sindicato quiere que este análisis sea el que sirva de base para introducir medidas urgentes que reduzcan la presión que sufre actualmente el personal sanitario.