Cine

Así comenzó la gran aventura del séptimo arte: ‘Viaje a la Luna’ o la génesis de la historia del cine

Una de las imágenes más icónicas de la historia del cine nos muestra la cara de la Luna con un cohete metido en un ojo. Imagen que se corresponde con el primer largometraje de la historia del séptimo arte: Voyage dans la Lune.

El 28 de diciembre de 1895, en el Salón Indien del Grand Café del Boulevard des Capucines de París, los hermanos Louis y Auguste Lumière presentaron en sociedad su invento, el cinematógrafo, donde proyectaron el corto La salida de la fábrica, con una duración de 46 segundos. Al evento asistió Georges Méliès, quien había sido invitado personalmente por el padre de los hermanos Lumière.

Méliès, mago e ilusionista, propietario del teatro Robert-Houdin, enseguida vio las posibilidades del cinematógrafo de los Lumiére, por lo que decidió incluirlo en sus funciones como herramienta complementaria de sus trucos.

En 1900, coincidiendo con la Exposición Universal de París que atrajo tanto a extranjeros como a gente de provincias a la capital, tuvieron lugar los primeros éxitos de Méliès, haciéndose un nombre con unos espectáculos en los que combinaba trucos de magia, proyecciones, sketches cortos, mucho ritmo y sentido del humor.

Por otro lado, el cine vivió un verdadero momento de esplendor durante la citada Exposición Universal, donde las proyecciones, que tenían una duración de uno o varios minutos, eran acompañadas de música y narradas por un comentarista. El público reía, silbaba o gritaba…, todo ello terminaba por formar parte del propio espectáculo.

Con los feriantes el primer cine encontró a sus grandes aliados, convirtiéndose en el gran espectáculo de las ferias francesas entre 1897 y 1905. Gracias a ellos, el cine se expandió masiva y rápidamente.

El primer largometraje de la historia

El 1 de septiembre de 1902, Georges Méliès, quien ya había creado centenares de películas en muy pocos años, marcaría un hito en la historia del cine con su película: Voyage dans la Lune o Viaje a la Luna.

Han pasado más de cien años desde que Méliès dirigió esta película que duraba más de doce minutos, todo un récord si tenemos en cuenta la duración de los films anteriores, lo que la convirtió en el primer largometraje de la historia.

El sueño/ fotografía del rodaje/ exposición Caixa

Como se ha dicho, los feriantes eran los encargados de distribuir y proyectar las nuevas películas, negándose a comprar el film de Méliès al encontrarlo excesivamente largo. Sin embargo, esto no lo amilanó y, plenamente convencido de la calidad de su trabajo, Méliès preparó una proyección a modo de presentación, obteniendo un éxito rotundo. Al día siguiente todos los feriantes de Francia estaban al corriente de ello y todos querían proyectar ahora su película, lloviéndole los encargos.

La referencia indiscutible de Voyage dans la Lune fue la obra de Julio Verne De la Tierra a la Luna, de 1865. Aunque Méliès, en su producción, llevó a cabo adaptaciones bastante libres con respecto a la obra literaria de su paisano francés.

En cuanto a la sinopsis, en la película se ve como construyen un cañón para ser lanzados y llegar a la Luna. Tras el alunizaje, se enfrentan a un grupo de selenitas, con aspecto de tribu africana, donde los terráqueos se enfrentan a su rey, al que derrotan, logrando huir. Al regresar a la Tierra son homenajeados con un multitudinario desfile.

La fabricación del cañón y Mèliés en el obús/ fotografía del rodaje/ Exposición Caixa

El propio Méliès es el protagonista de Viaje a la Luna, donde hace el papel de astrónomo jefe.

La película se rodó en el que fue el primer estudio cinematográfico, que resultó ser un invernadero de cristal para tratar de conseguir la mayor luz posible, así como proteger el equipo de las inclemencias meteorológicas, consiguiendo, de este modo, que el rodaje fuera continúo.

En la superproducción abundan los efectos especiales tales como desapariciones y transformaciones, efectos que Méliès conocía bien de su época como ilusionista. Se trata de trucos de cámara y que son considerados los primeros efectos especiales conocidos. Aunque hoy estos efectos puedan parecer rudimentarios, lo cierto es que son epifanías visuales con muchísimo encanto.

El cañón gigante/ fotografía del rodaje/ exposición Caixa

Este primer largometraje, y que también es la primera película de ciencia ficción de la historia del cine, costó diez mil francos, de la época. Gran parte del presupuesto fue a parar a decorados, vestuario y salario de los mejores actores de los teatros parisinos; así como las coristas que aparecen, y que eran chicas de ballet del Théâtre du Châtelet; o los selenitas, que eran acróbatas del Folies Bergère. Estos doce minutos de película necesitaron tres meses de arduo trabajo.

Méliès rodó un total de 520 películas, entre las que destaca la considerada primera película de terror sobre un vampiro, pero, sin lugar a dudas, Viaje a la Luna será siempre será su película más conocida.