Ciencia

Por qué no se ven las estrellas durante el día

Es curioso, casi anecdótico que, durante el día, cuando no se ven las estrellas en el cielo azul de nuestro mundo, sí que podemos observar en toda su magnitud el astro que provee a la Tierra de luz y vida, el Sol, es decir, una estrella, pero la única visible. ¿A qué se debe este fenómeno? Veamos la explicación científica.

Como es lógico, las estrellas nunca dejan de brillar, no lo hacen solo por la noche para que las veamos. De hecho, tampoco el Sol lo hace, evidentemente. Entonces, ¿por qué no nos llega su luz durante buena parte del día?

Pues el Sol es el culpable. Consideremos las estrellas como soles muy lejanos que no dejan de emitir luz en ningún momento. Pero nuestro gran astro provoca un efecto de reflejo lumínico que evita que su luz alcance este planeta y sea visible durante el día.

El efecto por el que no se ven las estrellas durante el día

El efecto es realmente sencillo en realidad. Mientras el Sol brilla sobre el cielo, crea un efecto de tonos azulados con su luz que, al llegar a esta atmósfera, se dispersa por toda su extensión. Dicho efecto es el que permite que observemos el cielo azulado, como es habitual durante el día.

Y esto es todo realmente. Esta luz azul es mucho más potente y brillante que la débil luz que llega a este planeta desde cualquier alejado rincón del universo. Así que, por más que un astro resalte en el cielo nocturno y oscuro, nunca tendrá la suficiente magnitud para que se observe en el cielo diurno.

Así que la combinación de nuestra espesa atmósfera mezclada con la luz del Sol durante el día provoca un reflejo que impide que la luz de cualquier cuerpo celeste sea visible en nuestro cielo.

Como excepciones podríamos establecer la Luna, que sí puede ser visible durante el día en ciertas condiciones, aunque la luz que nos llega está reflejada por la que recibe por el Sol, puesto que no tiene luz propia.

Otra excepción podría ser Venus, que, también conocido como lucero del alba, puede ser visible a últimas horas de la tarde o primeras de la mañana, cuando el Sol está saliendo o poniéndose.

Si vivieses en la Luna, sin la protección atmosférica, sí que podrías observar la luz de las estrellas. Eso sí, mejor búscate una forma de protegerte del calor y el frío extremo, por no hablar de la falta de oxígeno.