Ciencia

Nube de Oort: ¿Dónde acaba el Sistema Solar?

No son pocos los que creen que más allá de Plutón, nuestro Sistema Solar se acaba y ya solo hay vacío hasta la siguiente estrella, Próxima Centauri, a unos 4 años luz. Pero la realidad no es esa, de hecho, la Nube de Oort es buen ejemplo de ello.

Aunque no sabemos a ciencia cierta cómo de extenso es el Sistema Solar, algunos cálculos consideran que podría alcanzar e incluso superar el año luz de diámetro. Y es que, pasado Plutón, encontramos el Cinturón de Kuiper, lleno de rocas y planetas enanos que datan de la creación de nuestra estrella anfitriona, el Sol. Pero tampoco acaba ahí este rincón de la Vía Láctea.

Más allá, encontramos también la Nube de Oort o Nube de Öpik – Oort, llamada así en honor a sus descubridores, Ernst Ópik y Jan Oort. Pero, ¿en qué consiste realmente? Se trata de una especie de nube de forma esférica que se compone de multitud de objetos transneptunianos, es decir, que se ubican más allá de la órbita de Neptuno.

Qué es la Nube de Oort

La Nube de Oort se ubica tan alejada del Sol, que podría situarse incluso a un año luz de distancia, lo que multiplicaría el diámetro del Sistema Solar a casi 2 años luz, aunque hablamos de una región tan fría y alejada que apenas hemos podido estudiarla y no es fácil observarla directamente.

Además, dentro de la Nube de Oort se establecen dos partes diferentes, una interior, conocida como Nube de Hills, que tendría forma de disco, y otra más externa, esta sí propiamente esférica.

Se cree que la multitud de objetos ubicados en esta nube se formaron en la cercanía del Sol en su origen. Sin embargo, el efecto gravitatorio de la estrella y de los diversos planetas gigantes que se formaron después pudieron enviarlos a esta alejada región.

Entre los objetos que se ubican aquí, se cree que hay cuerpos formados principalmente por hielo, amoníaco y metano. Allí se congelan por la poca acción que el Sol puede tener sobre ellos, y gravitacional apenas influye, de ahí que muchas veces salgan disparados por la gravedad que ejercen sobre ellos la propia Vía Láctea o estrellas cercanas como Próxima Centauri.

También se considera que objetos de largo periodo orbital, como el caso del cometa Halley, pudieran tener su origen en esta lejana región. No es extraño, puesto que allí se han descubierto también cuerpos como 2006 SQ o el planeta enano Sedna.