Su nombre lo explica: esta florecilla es una de las especies más amenazadas de España y nadie la vio en décadas
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A veces las plantas pasan tan desapercibidas que obligan a generar alertas urgentes cuando llegan los meses de verano. En otras ocasiones, el nombre de la planta lo dice todo. Es el caso de una de las especies florales más esquivas y amenazadas de España.
El nombre nomevés (Gyrocaryum oppositifolium) es la perfecta declaración de intenciones de una curiosa florecilla endémica de nuestros ecosistemas nacionales y que corre serio peligro de extinción.
Su último avistamiento en Sevilla tras varias décadas de incógnita sobre si la planta había desaparecido abre nuevas líneas de trabajo en la conservación de esta especie floral tan auténtica y extraña.
La planta autóctona de España que es de las especies más difíciles de encontrar
La planta conocida como nomevés no es simplemente una especie rara: es el único miembro vivo de su género y lleva existiendo 27 millones de años. Sin embargo, su avistamiento es prácticamente una tarea imposible.
La planta es diminuta y su floración, aunque es muy bella, sólo dura escasos días al año. Su carácter esquivo ha llevado a botánicos a confundirla con otra especie como la nomeolvides, que tiene algunas características similares aunque tiene distintas hojas y diferentes frutos.
Hasta hoy, lo que se sabe de la nomevés es que es una especie endémica de España, aunque ni mucho menos está extendida por toda la península. De hecho, sólo se conocen tres poblaciones activas, en Constantina (Sevilla), Ponferrada (León) y Cadalso de los Vidrios (Madrid).
Esta flor no sólo es difícil de ver: es de las especies más amenazadas en España
La nomevés fue descubierta por casualidad en Sevilla en 1982 y no se volvió a observar en décadas allí. Tras más de 40 años sin rastro, en 2024 se halló un centenar de ejemplares en el Parque Natural de Sierra Morena en Andalucía.
El hallazgo sirvió para ponerse manos a la obra en la conservación de esta raza botánica pero también para confirmar que se trata de una de las especies más amenazadas, si no la que más, de toda la flora propia de España.
Sus amenazas son múltiples: la presión del entorno, la competencia con especies invasoras y los efectos del cambio climático han contribuido a esta situación de extrema vulnerabilidad.
Los trabajos de conservación en España para que la nomevés se vea más
Esta especie está catalogada como «en peligro de extinción» en Andalucía y «en estado crítico» según la Lista Roja de la flora vascular en España.
El hallazgo de ejemplares en libertad en Sierra Morena ha activado las alarmas en la Junta de Andalucía, que ha puesto en marcha la recolección de semillas para conservación en bancos de germoplasma, la vigilancia técnica especializada y otros planes de actuación adaptados a su ciclo de vida.
En Madrid, donde una pequeña población de nomevés sobrevive en un área vallada, los investigadores del Real Jardín Botánico siguen de cerca su evolución.
Allí, muchas plantas germinan fuera del recinto protegido, lo que ha llevado a proponer estrategias de conservación menos invasivas, como el uso de drones para la monitorización de la planta.