Ciencia

El laboratorio que trata de recuperar especies perdidas

Puede que Jurassic Park sea una película de ficción, pero existen investigadores en el mundo que se lo han tomado más en serio de lo que parece. No es que los dinosaurios vayan a volver a este mundo, pero sí que existe ya un laboratorio que trata de recuperar especies perdidas y extintas tiempo atrás. ¿Está nuestra ciencia suficientemente avanzada para alcanzar tal logro? Veamos cómo están los avances.

De momento, la idea ha surgido en Rusia, país en el que se abrirá dicho laboratorio en las estepas siberianas, y donde se intentarán recuperar especies que desaparecieron hace cientos o miles de años, pero no millones, como el caso de los dinosaurios.

De momento, el laboratorio todavía no ha abierto sus puertas, aunque será presentado en breve. El mismo, regentado por especialistas de la Universidad Federal de Noreste y científicos de Corea del Sur, se encargará de analizar restos de especies como el rinoceronte lanudo o el mamut lanudo, de forma, que, si hay alguna opción para recuperarlos, tal vez logren devolverlos a la vida tras tantos años extintos.

Además de las dos especies citadas, también se van a analizar restos de otras como algunos tipos de caballos o los mitológicos leones de las cavernas. Aunque, como vemos, solo se centran en mamíferos relativamente recientes cuya extinción no tuvo lugar hace millones de años, por lo que, en caso de tener éxito, no tendremos que sufrir las iras de un tiranosaurio rex desbocado.

¿Es ético un laboratorio que trata de recuperar especies perdidas?

De momento, parece ser que este laboratorio verá la luz sí o sí. Ahora bien, ¿es ético jugar con el ADN de especies extintas? Según la evolución y sus leyes, estos animales tuvieron su oportunidad y no fueron capaces de ir más allá. Pero, ¿cómo respondería la naturaleza si volvieran a la vida miles de años después?

Además, tampoco se conocen bien los comportamientos de estos animales. Si volvieran a existir, ¿podrían ser peligrosos para la vida humana? Al fin y al cabo, fueron nuestros antepasados más antiguos los que convivieron con ellos, no nosotros.

El caso es que este grupo de científicos trabajará con ADN de seres cercanos a mamuts y leones con el que pretenden completar eslabones perdidos en la cadena para intentar devolver vida a estos animales. Por ello el situar el laboratorio en Siberia, donde las bajas temperaturas y el hielo perpetuo es ideal para mantener los tejidos perfectamente preservados desde siglos atrás.