Ciencia
Biomedicina

Insólito logro científico: consiguen que la piel se vuelva transparente con un colorante alimentario

Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford y la Universidad de Texas fue protagonista de un avance que podría transformar la forma en que se diagnostican y tratan enfermedades. Y todo, gracias a un colorante alimentario.

El descubrimiento, detallado en la revista Science, utiliza un elemento sorprendente y cotidiano: la tartrazina, un colorante alimentario conocido por ser el ingrediente del ‘amarillo n.º 5’ en productos como snacks, dulces y bebidas.

Cómo funciona el colorante alimentario para hacer la piel transparente

El proceso que lleva de por medio a este colorante alimentario, que por ahora ha sido probado únicamente en ratones, permite hacer que su piel se vuelva transparente, revelando vasos sanguíneos y órganos internos. Este resultado, obtenido al aplicar el colorante sobre la piel, abre la puerta a numerosas aplicaciones médicas.

A pesar de que la piel humana es más gruesa y presenta mayores desafíos, los científicos confían en el potencial de esta técnica y en su seguridad, ya que el tinte se elimina del organismo en menos de 48 horas.

El principio detrás de este avance radica en la interacción entre la luz y los tejidos. La piel opaca bloquea la luz debido a que sus componentes dispersan las ondas lumínicas. Sin embargo, la tartrazina, que absorbe luz en el espectro azul y ultravioleta, altera esta dinámica.

El doctor Zihao Ou, de la Universidad de Texas y coautor del estudio, explicó que al combinar el colorante con la piel se produce un efecto único: «Individualmente, tanto la piel como el colorante bloquean la luz. Pero al juntarlos, logramos reducir la dispersión de la luz, volviendo la piel transparente».

Según Adam Wax, experto en biofotónica de la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU., el resultado es tan claro que se pueden observar órganos internos y movimientos como los latidos del corazón o la respiración en los ratones tratados con el tinte.

¿Cómo fue el experimento con ratones en el que se probó este colorante alimentario?

  1. Se aplicó una solución de tartrazina en distintas zonas del cuerpo de los ratones, comenzando por el cráneo.
  2. En minutos, la piel sobre el cráneo se volvió transparente, mostrando vasos sanguíneos y el cerebro.
  3. El experimento se replicó en el abdomen, permitiendo observar órganos internos como el corazón y el tracto digestivo.

Uno de los aspectos destacados es la reversibilidad del proceso. Al lavar la piel tratada, esta recupera su apariencia original sin efectos secundarios. Además, el tinte se metaboliza rápidamente, siendo eliminado del organismo.

De qué le serviría a la ciencia que la piel se ponga invisible

Aunque aun en fase experimental, las posibles aplicaciones de esta técnica son extensas. Entre los usos potenciales destacan:

El profesor Guosong Hong, coautor del estudio, subrayó que el avance es especialmente prometedor para el diagnóstico precoz de enfermedades y para facilitar intervenciones menos invasivas.

Los retos de aplicar la técnica de este colorante en humanos

A pesar de los resultados exitosos en ratones, la aplicación en humanos presenta múltiples desafíos:

Conchi Serrano, investigadora del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC), destacó para el portal RTVE que este descubrimiento no busca invisibilizar por completo el tejido, sino ofrecer una «ventana» que permita observar las capas más superficiales del organismo.

«Es un avance importante en técnicas de imagen biológica y diagnóstico, que podría desbancar métodos invasivos», añadió Serrano.

La física detrás del avance

El fenómeno aprovecha las relaciones de Kramers-Kronig, ecuaciones que conectan la absorción de luz con el índice de refracción de un material.

Serrano explicó que, al ajustar este índice con moléculas de colorante, se reduce la dispersión de la luz, lo que genera la transparencia.

La técnica también abre la puerta a nuevas investigaciones en óptica biomédica. Según el equipo, están explorando otros colorantes con propiedades similares que puedan funcionar de manera más eficaz en tejidos humanos.