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Exploraciones

Un grupo de científicos alcanza una zona inexplorada de la Antártida

Este nuevo lago podría generar esperanza de encontrar vida en Marte

Vivimos un momento maravilloso para la ciencia repleto de grandes prodigios. De hecho, no solo estamos descubriendo el universo y el cosmos, también el Sistema Solar y nuestro propio mundo. El último avance nos avisa de la llegada de un grupo de científicos a una zona inexplorada de la Antártida, el misterioso continente helado.

Pero, ¿qué tiene de importante este hito histórico para la ciencia? Por encima de todo, más allá de haber llegado a un lugar tan remoto e inexplorado, es que si se atisban formas de vida en la región, podría ser sinónimo de localizar organismos similares que hayan sobrevivido en el complejo entorno de Marte.

En concreto, la misión ha alcanzado el Lago Mercer, un lago sublacial que es muy activo desde un punto de vista hidráulico, que sobrevive bajo la llanura helada de Whillans y que se considera como una sección de movimiento rápido de la capa de hielo de la Antártida en su punto más occidental.

Más información sobre la zona inexplorada de la Antártida ahora colonizada

Así que, si se observase alguna forma de vida en este lago antártico bajo la capa helada, podríamos estar visualizando organismos similares que habrían prosperado en entornos bastante hostiles, como bajo la superficie de Marte, o también en algunas de las lunas heladas de Saturno y Júpiter, como Encélado o Europa.

Así han informado los expertos del curioso proyecto SALSA, o sea, el Acceso Científico a los Lagos Subglaciares Antárticos, tal y como informan en su propia web.

Dado que este lago se encuentra a casi un kilómetro de profundidad bajo la capa antártica helada, los científicos se vieron obligados a perforar más de 1000 metros en la corteza congelada para alcanzar el líquido elemento.

En total, han localizado un lago de casi 160 kilómetros cuadrados que, pese a conocerse hace una década por medio de imágenes de satélite, no había sido nunca alcanzado, y por tanto, jamás se ha explorado y analizado.

Ahora, se observan unas aguas tan limpias como si hubieran sido filtradas. Y todo ello gracias a dos días de perforación ininterrumpida para alcanzar las aguas del Mercer, al que se ha enviado un instrumento para investigar antes de bajar un vehículo de operación a distancia para medir y tomar imágenes detalladas.

Sin duda, las imágenes que se puedan captar de los seres que sobrevivan en estas aguas tan frías y oscuras serán una pequeña esperanza para saber que no estamos solos en el universo, o, al menos, en el Sistema Solar. Pero todavía no se sabe qué encontrarán ahí abajo.