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Los científicos alertan: las consecuencias de golpear un asteroide serían catastróficas para la Tierra

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Astrónomos y agencias espaciales de todo el mundo llevan décadas investigando las posibles consecuencias de una colisión de un asteroide con la Tierra. Gracias al avance de la tecnología, es posible desviar estos cuerpos celestes, pero la pregunta es: ¿cómo hacerlo de manera segura?

En la reunión conjunta EPSC-DPS2025 celebrada en Helsinki, se presentaron resultados que subrayan que golpear un asteroide de manera indiscriminada puede llevar a que el cuerpo atraviese un «agujero de cerradura gravitacional» y regrese hacia la Tierra en una fecha posterior, generando un peligro potencial incluso mayor. Rahil Makadia, becario de la NASA en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, lo explicó de la siguiente manera: «incluso si empujamos intencionalmente un asteroide para alejarlo de la Tierra con una misión espacial, debemos asegurarnos de que no se desplace hacia uno de estos agujeros de cerradura después. De lo contrario, nos enfrentaríamos nuevamente a la misma amenaza de impacto en el futuro».

¿Qué pasaría si un asteroide golpea la Tierra?

El «agujero de cerradura gravitacional» hace referencia a regiones muy específicas del espacio donde la gravedad de la Tierra puede alterar significativamente la trayectoria de un asteroide que pase por ellas. Si un cuerpo pasa por uno de estos agujeros, su órbita puede ajustarse de tal manera que regrese hacia la Tierra, desencadenando un evento potencialmente catastrófico.

En el contexto de la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, lanzada en 2022, la nave impactó contra Dimorphos, un pequeño asteroide que orbita alrededor de Didymos, y logró alterar su órbita. En palabras de Makadia, «DART fue un «impactador cinético»: básicamente un proyectil que chocó con el asteroide con suficiente energía para desviarlo hacia una nueva órbita, demostrando que es posible desviar un asteroide que podría estar en curso de colisión con la Tierra».

Aunque la ubicación del impacto en Dimorphos no era especialmente crítica, la situación cambia radicalmente cuando se trata de un asteroide potencialmente peligroso que orbita el Sol. En esos casos, incluso una pequeña variación en la órbita podría enviarlo directamente hacia un «agujero de cerradura gravitacional».

Para abordar este desafío, el equipo de Makadia ha desarrollado una técnica para calcular mapas de probabilidad de la superficie de un asteroide. Según explica, «con estos mapas de probabilidad, podemos empujar los asteroides mientras prevenimos que regresen hacia una trayectoria de impacto, protegiendo a la Tierra a largo plazo». Y añade: «afortunadamente, todo este análisis, al menos a un nivel preliminar, es posible utilizando únicamente observaciones desde la Tierra, aunque una misión de encuentro es preferible».

La misión Hera de la Agencia Espacial Europea, programada para llegar al sistema Didymos y Dimorphos en diciembre de 2026, tiene como objetivo recoger información detallada que permitirá perfeccionar estos mapas de probabilidad.

En España, medios especializados en ciencia han destacado la importancia de estas investigaciones. Según el artículo de Esteban García Marcos, «El éxito de la misión DART de la NASA en 2022, que demostró que es posible desviar un asteroide a base de impacto, ha abierto la puerta a un problema mucho más sutil y peligroso. El dilema ya no es si podemos golpear una de estas rocas espaciales, sino dónde hacerlo exactamente. Un error de cálculo podría convertir una maniobra de salvamento en un riesgo a largo plazo para nuestro planeta, condenándonos irónicamente con la misma tecnología diseñada para protegernos».

García Marcos,  citando la información publicada en ScienceDaily, agrega: «Si una desviación imprecisa envía al objeto a través de una de estas zonas, su nueva trayectoria podría quedar fatalmente encaminada hacia una futura colisión».

En resumen, la defensa contra asteroides ha pasado a ser una realidad científica tangible. Como concluye Rahil Makadia, «con estos mapas de probabilidad, podemos empujar asteroides mientras prevenimos que regresen hacia una trayectoria de impacto, protegiendo a la Tierra a largo plazo».

La misión DART demostró que es posible desviar un asteroide, pero también demostró la importancia de la precisión y la planificación. La combinación de misiones espaciales, observaciones desde la Tierra y avanzados cálculos de probabilidad permitirá que en el futuro podamos proteger a nuestro planeta sin generar amenazas adicionales.

Asteroide Apophis

«El asteroide 99942 Apophis, descubierto en 2004, ha llamado la atención de astrónomos de todo el mundo debido a su tamaño de 340 metros y su paso previsto para el 13 de abril de 2029, cuando se aproximará a sólo 31.600 km de la Tierra, dentro de la órbita geoestacionaria de los satélites pero muy por encima de la atmósfera, lo que permitirá que sea visible a simple vista en ciertas regiones. Aunque observaciones de radar realizadas por Goldstone y Arecibo confirman que no existe riesgo de colisión en 2029, el asteroide podría atravesar un «ojo de la cerradura gravitacional», una estrecha zona que podría desviar su trayectoria hacia un impacto futuro en 2036 o 2068. Un choque liberaría energía equivalente a más de 1000 megatones de TNT, causando devastación regional o continental según la zona afectada», según recoge Astronoo.