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La ciencia en shock tras lo que han averiguado sobre las muelas del juicio: el uso que desconocíamos

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las muelas del juicio, que suelen aparecer en la boca entre los 17 y 25 años, han sido tradicionalmente un dolor de cabeza tanto para dentistas como para pacientes. Son los últimos en erupcionar, y con frecuencia, su aparición viene acompañada de dolor e infecciones. Durante años, se ha considerado que las muelas del juicio son una parte del cuerpo humano que no tiene mucho propósito más allá de generar problemas. Se creía que, en su origen, estos dientes ayudaban a nuestros antepasados a triturar alimentos más duros, como raíces o carne cruda.

Sin embargo, la evolución de nuestra dieta y el cambio en la estructura de nuestras mandíbulas han hecho que estas piezas dentales se vuelvan prácticamente obsoletas. Sin embargo, investigaciones recientes están cambiando la percepción de estas piezas dentales, que podrían tener un gran valor en el ámbito de la medicina regenerativa. Este hallazgo promete abrir nuevas posibilidades en el tratamiento de enfermedades como el párkinson, el alzhéimer y la insuficiencia cardíaca, gracias a las células madre que contienen en su tejido pulpar.

Un nuevo rol para las muelas del juicio

La pulpa dental de las muelas del juicio contiene un tipo específico de células madre conocidas como células madre mesenquimatosas. Estas células tienen la capacidad de diferenciarse en varios tipos celulares, lo que les otorga un potencial terapéutico asombroso. Entre las transformaciones posibles se incluyen la regeneración de hueso, cartílago y tejido adiposo, que son fundamentales en diversas enfermedades.

Las muelas del juicio, por tanto, no sólo contienen células madre con aplicaciones en la regeneración ósea, sino que también tienen la capacidad de contribuir a la regeneración de tejidos cartilaginosos y grasos, lo que podría ser crucial para tratar afecciones como la osteoartritis o incluso enfermedades cardiovasculares.

Este descubrimiento ha abierto una nueva posibilidad en el campo de la medicina regenerativa, especialmente en lo que respecta a la medicina personalizada. Al ser células autólogas, es decir, tomadas del propio paciente, el riesgo de rechazo inmunológico es prácticamente nulo.

La posibilidad de almacenar estas células para su uso posterior podría convertirse en una herramienta poderosa para tratar diversas enfermedades en el futuro, como el párkinson o el alzhéimer, cuyas terapias actuales se ven limitadas por la capacidad de regeneración neuronal.

Procedimiento de extracción

Una de las grandes ventajas de utilizar las muelas del juicio para obtener células madre es la facilidad con la que se pueden extraer. En la mayoría de los casos, la extracción de las muelas del juicio se lleva a cabo durante la juventud, un momento en que el tejido pulpar es más viable y menos deteriorado.

Esto significa que las células madre extraídas de estos dientes tienen una mayor capacidad de regeneración, lo que mejora sus posibilidades de éxito en aplicaciones médicas. Además, la extracción de las muelas del juicio es un procedimiento relativamente sencillo, que se realiza en un entorno controlado y estéril, lo que garantiza la calidad y seguridad del proceso.

La extracción no sólo es menos invasiva que otros procedimientos médicos que requieren la toma de células madre de otras partes del cuerpo, sino que también se puede realizar en pacientes jóvenes, lo que asegura que las células no se hayan deteriorado con el paso de los años. Esta accesibilidad convierte a las muelas del juicio en una fuente ideal para obtener material biológico sin las complicaciones asociadas con otras opciones más invasivas.

Almacenamiento y conservación

El concepto de almacenar células madre para su uso futuro está ganando popularidad en la medicina personalizada. Los bancos de células madre están en auge, y cada vez más personas optan por preservar sus células para tratamientos médicos que puedan necesitar más adelante.

Este enfoque no sólo permite a los pacientes contar con material biológico propio, sino que también aumenta la eficacia y la seguridad de los tratamientos, ya que no existe el riesgo de rechazo de células de un donante externo.

La posibilidad de almacenar células madre extraídas de las muelas del juicio abre nuevas oportunidades para el tratamiento de enfermedades futuras. Los centros clínicos que ya están implementando este tipo de servicios recogen, procesan y almacenan las células de manera controlada, asegurando que estén disponibles en el futuro para ser utilizadas en tratamientos regenerativos personalizados.

En conclusión, las muelas del juicio, que durante tanto tiempo se consideraron simplemente un mal necesario, han revelado un valor mucho mayor de lo que jamás imaginamos. Su potencial como fuente de células madre abre nuevas posibilidades en el campo de la medicina regenerativa, ofreciendo un recurso biológico único que podría transformar el tratamiento de enfermedades degenerativas como el párkinson, el alzhéimer y otros trastornos graves.

Aunque todavía se requieren más estudios para confirmar su eficacia y seguridad, es evidente que las muelas del juicio podrían tener un papel fundamental en la regeneración de tejidos y en la mejora de la salud humana.