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Éstas son las próximas fechas para visitar la estación fantasma de Correus en Barcelona

Las grandes ciudades cuentan con una historia marcada por sus costumbres y arquitectura. Entre ellos, las redes de metro resultan un atractivo valioso. Un claro ejemplo es Barcelona, que entre sus túneles y vías se esconden espacios que aún conservan estructuras de una época de expansión de la ciudad. En este sentido, uno de los lugares más enigmáticos es la estación fantasma de Correus, cerrada al público desde 1972. Se trata de un rincón que volvió a abrir sus puertas de forma excepcional durante 2025, para permitirles a ciudadanos y turistas recorrer los pasillos donde, hace casi un siglo, circulaban los primeros trenes del Gran Metro de Barcelona.

La iniciativa forma parte de las celebraciones del centenario del metro organizadas por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que este año ofrece a la ciudadanía la posibilidad de visitar algunos de los espacios más singulares del histórico sitio urbano. Entre ellos destaca la estación de Correus, considerado por las autoridades y ciudadanos como un enclave cargado de historia, misterio y encanto urbano. Durante la visita, los asistentes descienden hasta la vía y caminan unos cinco minutos por el túnel que conduce al tramo donde se encontraba la estación original. «Se trata de una experiencia nocturna única que combina historia, ingeniería y una dosis de aventura, permitiendo observar de cerca un espacio detenido en el tiempo, conservado casi como una cápsula de 1934», explican autoridades de TMB.

Cómo visitar la estación fantasma de Correus en Barcelona

El cronograma de las visitas y cómo participar

Según Transports Metropolitans Barcelona, las primeras visitas nocturnas a la estación de Correus se realizaron los días 20, 21 y 22 de octubre. A su vez, informan que las próximas fechas de la actividad son los días 17, 18 y 19 de noviembre de 2025. La actividad es gratuita y requiere inscripción previa a través de la web de TMB o de sus redes sociales, donde se publican los enlaces para las reservas.

Los grupos son reducidos y la experiencia tiene una duración aproximada de una hora, incluyendo el recorrido a pie por el túnel y las explicaciones históricas a cargo del personal especializado.

«El itinerario, adaptado para garantizar la seguridad, permite observar restos originales de señalización, iluminación y acabados de época. Además, los guías explican cómo era la operación diaria de la estación y cómo se realizaban las maniobras de los trenes en el tramo final de la línea», aseguran.

Correus: una estación con mística e historia

La estación de Correus formó parte del segundo ramal del Gran Metro, el origen de la actual línea 4, y funcionó desde 1934 hasta 1972. Está ubicada entre las paradas de Barceloneta y Jaume I, servía principalmente al barrio Gòtic y a los trabajadores del antiguo edificio de Correos.

«Su cierre se produjo cuando el trazado de la línea se prolongó hacia la Barceloneta, dejando la estación fuera de servicio y sellada al público durante más de medio siglo», explican referentes de TMB.

En la actualidad, gracias a la recuperación patrimonial impulsada por TMB, la estación puede volver a ser recorrida, aunque solo durante unos días específicos y bajo visitas guiadas que son cuidadosamente organizadas.

Un viaje al pasado bajo tierra

La reapertura de la estación fantasma de Correus en Barcelona se enmarca dentro de un programa más amplio de visitas conmemorativas por los 100 años del Metro de Barcelona, que incluye también el acceso al Centro de Control de Metro, los talleres de mantenimiento de Santa Eulàlia y los nuevos simuladores de conducción.

Correus es el espacio más simbólico de esta apertura porque permite recorrer una estación desaparecida y representa la evolución de la movilidad urbana y la memoria colectiva de Barcelona.

El valor patrimonial de una estación olvidada

La conservación de espacios como la estación de Correus también se alinea con la política de preservación del patrimonio industrial y arquitectónico impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona. De esta forma se conocen más aquellos rincones emblemáticos de la ciudad pero de una forma diferente.

«Túneles y estaciones en desuso, antiguos azulejos, publicidad de otro tiempo, rumores de agua y hasta leyendas de fantasmas cuentan la historia del metro de Barcelona, accesible ahora en directo a través de unas visitas guiadas», afirma Manuel Marina, diplomado en Turismo y guía de las visitas por el metro.

Desde Transports Metropolitans Barcelona destacan que este tipo de proyectos ponen en valor infraestructuras que, aunque diseñadas con fines puramente funcionales, hoy forman parte del relato cultural de la ciudad.

«Reabrirlas al público no solo despierta la curiosidad turística, sino que fomenta la conciencia sobre la importancia del metro como símbolo de progreso y cohesión social», concluyen.