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Riesgo aborto: ¿Cuándo hay más peligro en el embarazo?

El riesgo de aborto espontáneo suele darse casi siempre durante el primer trimestre o en las primeras semanas de embarazo.

Uno de los principales miedos que tiene una mujer embarazada es el de sufrir un aborto, y aunque parece que cualquier trimestre o semana puede ser susceptible de padecer la pérdida del bebé, existe un periodo en el que el riesgo sería mayor, de modo que os hablamos ahora del riesgo aborto y de cuándo hay más peligro en el embarazo.

Riesgo aborto: ¿Cuándo hay más peligro en el embarazo?

Suele ocurrir que la mujer siempre espera a que se haya cumplido el primer trimestre de su embarazo para decir a todo el mundo que está esperando un bebé. No es algo casual sino que en realidad, corresponde al hecho de que el aborto espontáneo suele producirse siempre antes de llegar a la vigésima semana , es decir, en el periodo del primer trimestre (y parte del segundo) y antes de que el feto pueda hipotéticamente sobrevivir fuera del útero de la madre de forma independiente.

De hecho, los abortos espontáneos en el primer trimestre son bastante frecuentes ( alrededor del 20% de los embarazos terminan en aborto ) y a menudo ocurren antes de que la mujer se dé cuenta de que está embarazada. Por ello se puede decir entonces que el período de mayor riesgo es desde las primeras semanas hasta el decimotercer (primer trimestre).

Causas principales

Muchas pueden ser las causas de aborto espontáneo y no siempre es fácil comprender realmente qué salió mal. Sin embargo, para eliminar cualquier sentimiento de culpa, cualquier arrepentimiento, hay que decir que ni siquiera existen verdaderas conductas preventivas (descansar, no trabajar…). En cierto modo, se puede decir que si tiene que pasar, pasa.

Estas son entonces, las principales causas de aborto durante el embarazo:

Síntomas del embarazo

La secreción vaginal y el dolor abdominal son los síntomas principales. Hay que decir, sin embargo, que las pérdidas de sangre en el primer trimestre son un fenómeno bastante frecuente, especialmente si se producen en conjunción con los días de la menstruación. Por lo tanto, la presencia de sangre no siempre conduce a malas noticias: un examen ginecológico inmediato confirmará o excluirá el aborto.

En caso de aborto espontáneo en los primeros meses, la intervención médica y la hospitalización generalmente no son necesarias. Esto ocurre de forma autónoma y no requiere ninguna intervención particular.
La hospitalización, por otro lado, puede ser necesaria si el latido del corazón del embrión no es perceptible, pero este último permanece firmemente implantado en el útero. Si es así, es posible que sea necesario rasparlo.