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Movimientos fetales: cuándo y cómo comienza a notarse el bebé

Cuándo comienza a moverse el bebé en la barriga, y cómo motivar ese movimiento

El embarazo es un viaje emocionante lleno de cambios y descubrimientos, uno de los más emocionantes es el inicio de los movimientos fetales. Estos primeros movimientos, conocidos como «latidos fetales», son un indicador vital de la salud y el desarrollo del bebé dentro del útero. A medida que el bebé crece, estos movimientos se vuelven más notorios y pueden ser percibidos por la madre como pataditas, revoloteos o incluso giros y estiramientos. Inicialmente, puede ser difícil distinguir estos ligeros movimientos del ruido de fondo de la actividad intestinal o del hambre, pero con el tiempo, las señales se vuelven más claras y más fáciles de reconocer.

Durante el primer trimestre, el bebé es aún muy pequeño y sus movimientos son generalmente imperceptibles para la madre. Sin embargo, a medida que el sistema neuromuscular del bebé se desarrolla y se fortalece en el segundo trimestre, los movimientos comienzan a ser más definidos. La sensación de los movimientos fetales es una experiencia profundamente personal y varía significativamente de una madre a otra. Factores como la posición de la placenta y la constitución física de la madre pueden influir en cuánto y cuándo se sienten estos movimientos de los que os ofrecemos más detalles, sobre cómo se notan y también cómo motivarlos.

Movimientos fetales: ¿cómo y cuándo comienzan?

La mayoría de las madres comienzan a sentir los primeros movimientos de su bebé entre las semanas 18 y 25 del embarazo. Este período, a menudo llamado la «primera sensación del bebé», puede variar ampliamente. Las madres que ya han tenido hijos tienden a reconocer estos movimientos antes, a veces tan pronto como en la semana 16, debido a la familiaridad con las sensaciones. En contraste, las madres primerizas pueden notar estos movimientos un poco más tarde. La naturaleza de estos movimientos iniciales a menudo es descrita como una sensación de aleteo o burbujeo y puede ser esporádica al principio antes de volverse más regular y fácilmente identificable como movimientos del bebé.

Sin embargo, el reconocimiento de los movimientos fetales no es algo que sea igual en cada mujer y tampoco que se de del mismo modo. De hecho, es un proceso gradual. Inicialmente, las madres pueden notar como decimos, pequeñas vibraciones o movimientos sutiles, especialmente cuando están en reposo o acostadas. Estos movimientos aumentan en intensidad y frecuencia a medida que el bebé crece. Alrededor de la semana 24 a 28, la mayoría de las mujeres reportan sentir movimientos diarios especialmente patadas y también cada vez que el bebé se gira o cambia de posición. Este cambio se debe al aumento del tamaño y la fuerza del bebé, lo que hace que sus movimientos sean más perceptibles.

El significado de los movimientos

Estos movimientos no solo son una señal de que el bebé está creciendo y desarrollándose, sino que también proporcionan información sobre el bienestar del feto. A medida que el embarazo avanza, los movimientos se vuelven más complejos, incluyendo esas patadas, giros y respuestas a estímulos externos como sonidos o toques en el vientre materno. El monitoreo de estos movimientos es una parte esencial del cuidado prenatal, ya que cambios en la actividad fetal pueden indicar problemas potenciales que requieren atención médica.

Consejos para fomentar la actividad fetal

Monitoreo y cuándo buscar ayuda

Es vital que las madres estén atentas a los patrones de movimiento de sus bebés, especialmente durante el tercer trimestre. Un cambio significativo en la actividad, como una disminución en los movimientos, podría ser una señal de alerta. Los profesionales de la salud recomiendan que las madres se comuniquen con ellos si notan menos de 10 movimientos en dos horas o cualquier disminución significativa en la actividad habitual.

Los movimientos fetales son una parte esencial del embarazo que no solo proporciona un vínculo entre la madre y el bebé, sino que también es un indicador crucial de la salud fetal. Al prestar atención a estos movimientos, estimular al bebé y seguir de cerca cualquier cambio, las madres pueden ayudar a asegurar el bienestar de su bebé a lo largo del embarazo.