Hipo en el recién nacido: causas y el mejor método para quitar de forma rápida y efectiva
El hipo del recién nacido es algo frecuente y de hecho, también dentro del vientre materno el bebé puede tener hipo
Una de las razones más comunes del hipo en los recién nacidos es la alimentación
Los mejores métodos para acabar con el hipo
El hipo es algo que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas. La mayoría de veces ocurre tras haber comido muy rápido, aunque también es posible que a veces estés tan tranquilo y sin razón aparente, comiences a tener hipo. Este se caracteriza por esos pequeños espasmos en el diafragma que pueden llegar a ser bastante molestos e incómodos. Sin embargo, cuando le ocurre a un recién nacido, muchos padres, sobre todo los primerizos, pueden alarmarse, pensando que algo va mal. Sin embargo, el hipo en el recién nacido y en los bebés en general es un fenómeno completamente natural y, en la mayoría de los casos, no tiene nada de lo que preocuparse. En los adultos, el hipo a menudo desaparece por sí solo, y lo mismo ocurre con los más pequeños.
¿Y cuándo nace un bebé? Lo cierto es que el hipo en los recién nacidos ocurre con bastante frecuencia. De hecho, algunos bebés pueden tener hipo incluso antes de nacer, en el vientre materno. Es común que los padres observen que su pequeño empieza a tener hipo después de comer o incluso cuando simplemente está descansando. Y aunque estos espasmos pueden parecer incómodos o molestos, la buena noticia es que rara vez causan alguna incomodidad al bebé. En la mayoría de los casos, los recién nacidos ni siquiera parecen darse cuenta de que tienen hipo. Es solo una pequeña parte de su desarrollo, que ocurre mientras su cuerpo se ajusta y aprende a funcionar fuera del útero. Pero, claro, aunque sepamos que el hipo no es peligroso, puede ser inquietante verlo en nuestros pequeños. Nadie quiere ver como el bebé duerme y que no pueda descansar por culpa del hipo o que tras haber comido, le vienen esos pequeños espasmos. Afortunadamente, hay formas efectivas de aliviar el hipo en el recién nacido y evitar que se prolongue por mucho tiempo. Entonces, ¿qué podemos hacer?.
¿Por qué ocurre el hipo en el recién nacido?
El hipo en el recién nacido se produce de la misma manera que en los adultos: debido a una contracción involuntaria del diafragma, seguida por un cierre rápido de las cuerdas vocales, lo que produce el característico sonido de «hip». Sin embargo, en los recién nacidos, esta condición es más frecuente porque su sistema nervioso, que controla estos espasmos, todavía está en desarrollo. Durante los primeros meses de vida, el diafragma y el cerebro del bebé aún están aprendiendo a coordinarse. Por lo tanto, no es inusual que estos espasmos ocurran más a menudo.
Una de las razones más comunes del hipo en los recién nacidos es la alimentación. Ya sea que estén tomando leche materna o fórmula, los bebés tienden a tragar aire mientras comen. Este aire puede quedar atrapado en su estómago y provocar que el diafragma se contraiga, causando hipo. Además, el hipo también puede desencadenarse por cambios de temperatura repentinos o simplemente porque el bebé está excitado o sobreestimulado.
Es importante recordar que, aunque el hipo puede ser molesto para los padres, rara vez es un indicio de un problema médico en los recién nacidos. De hecho, muchos pediatras consideran que el hipo es simplemente una señal de que el sistema digestivo del bebé está funcionando como debería. No obstante, si el hipo persiste durante horas o parece causar malestar a tu bebé, es recomendable consultar a un médico para descartar cualquier posible complicación subyacente.
Métodos rápidos para eliminar el hipo en los recién nacidos
Uno de los trucos más efectivos para detener el hipo en los recién nacidos es simplemente hacer una pausa durante la alimentación. Si notas que tu bebé empieza a tener hipo mientras come, detente y permite que expulse el aire que puede haber tragado. A veces, solo el hecho de dejar que el bebé eructe es suficiente para aliviar el hipo. El proceso de eructar ayuda a liberar el exceso de aire atrapado en el estómago, reduciendo la presión sobre el diafragma.
Sostener al bebé en posición vertical
Otra técnica sencilla pero eficaz es sostener a tu bebé en posición vertical durante y después de la alimentación. Esta posición ayuda a que la gravedad haga su trabajo, manteniendo el contenido del estómago en su lugar y minimizando la probabilidad de que el aire cause espasmos en el diafragma. Puedes sostener a tu bebé contra tu pecho, con su cabeza descansando en tu hombro, mientras le das palmaditas suaves en la espalda. Esta técnica no solo puede ayudar a calmar el hipo, sino que también es una excelente forma de fomentar el vínculo entre padres e hijos.
Evitar la sobrealimentación
Alimentar al bebé en exceso o demasiado rápido también puede desencadenar el hipo. Los recién nacidos tienen estómagos muy pequeños, por lo que comer demasiado en una sola toma puede generar malestar y provocar hipo. Si notas que tu bebé tiende a tener hipo después de comer grandes cantidades, prueba alimentarlo en porciones más pequeñas pero más frecuentes. Esto no solo puede ayudar a prevenir el hipo, sino que también es más cómodo para el bebé.
Probar el chupete
En algunos casos, dar al bebé un chupete puede ayudar a detener el hipo. El acto de succionar relaja el diafragma y puede interrumpir el ciclo del hipo. Aunque esta técnica no siempre funciona, puede ser una solución rápida y fácil, sobre todo si el hipo aparece cuando tu bebé no está comiendo.
Mantener la calma y la paciencia
Lo más importante es recordar que el hipo en los recién nacidos es temporal y, en la mayoría de los casos, desaparece por sí solo sin intervención. Mantén la calma y trata de no preocuparte demasiado. Si tu bebé parece estar feliz y no molesto por el hipo, probablemente no haya razón para alarmarse. En lugar de preocuparte, aprovecha esos momentos para observar y aprender más sobre las señales que te da tu pequeño. Cada bebé es único, y con el tiempo, descubrirás qué métodos funcionan mejor para calmar a tu bebé.
¿Cuándo preocuparse ?
A pesar de que el hipo es generalmente inofensivo, hay algunas señales que indican que podría ser necesario consultar a un pediatra. Si el hipo se prolonga durante varias horas sin cesar o si está acompañado de otros síntomas como vómitos excesivos, dificultad para respirar o irritabilidad constante, es mejor buscar atención médica. Estas señales podrían indicar un problema subyacente, como reflujo gastroesofágico u otra condición que requiere tratamiento.