Bebés

Errores al pasar un día en la playa con los niños

Este verano posiblemente pases más de un día en la playa con los niños. Por ese motivo, en pro de que esas jornadas las viváis de manera intensa, sin problemas y sin contratiempos de ningún tiempo es importante que conozcas los errores que no debéis cometer.

¿Qué errores son esos? Sigue leyendo y los descubrirás. Toma nota:

Estar en la playa a las horas de mayor calor

Sin lugar a dudas, una de las cosas que menos tienen en cuenta muchos padres cuando acuden a la playa con sus hijos es la hora. En concreto, con esto a lo que nos referimos es a que se olvidan de evitar el horario de mayor calor. Este, que suele tener lugar entre las 12 y las 17 horas, no es el recomendable para nadie, pero menos aún para los niños ya que las radiaciones solares son más peligrosas.

En este caso, hay padres que consideran que con aplicarles crema suficiente a sus pequeños y ponerles gorro y gafas de sol ya no hay riesgo. Pero no, están equivocados. Y es que deben saber que tanto la arena como el agua reflejan los rayos ultravioleta e incluso los multiplican. Algo que también sucede incluso en los días nublados.

Por ese motivo, si tú quieres que tus pequeños no corran riesgos innecesarios, ve antes y después de ese horario a la playa con ellos. Ten presente que puedes cubrir muy bien el mismo no solo con la comida sino con la posterior siesta que es recomendable que tomen.

Hay que evitar las horas de más calor

No aplicar a los niños las cremas solares cuando corresponde

De la misma manera, hay que destacar que otro error muy frecuente es llegar a la playa y en ese momento aplicar las cremas solares a los niños. Es un fallo enorme porque lo recomendable es que esas se les echen a los menores media hora antes de salir de casa. Y es que hay que tener en cuenta que los citados productos empiezan a funcionar como es debido a los 20 minutos, aproximadamente.

Por supuesto, no solo es suficiente con echárselas una vez sino que esa acción hay que repetirla cada dos horas aproximadamente. Y sí, también los días en los que esté nublado porque, aunque no haya sol, los rayos ultravioleta siguen haciendo su función de igual manera.

Hay que tener claro que no usar las cremas solares de esta forma indicada puede llevar a que los niños sufran fuertes quemaduras solares.

Despistarse

No hay que despistarse

Dentro de este conjunto de errores que hay que evitar al ir a la playa con los niños está el despistarse y el perderles de vista. Son pequeños y en cualquier momento pueden sufrir un daño, pueden meterse en el agua más de lo recomendado, encaminarse hacia otro lugar y luego no saber encontrar a su papás…Por ese motivo, es importante que los padres estén en todo momento alertas y se encuentren observando a los pequeños. Una buena manera de hacerlo es, si acuden con más de un adulto, es que estos se turnen. Así, mientras uno se encarga de vigilarlos, otro puede descansar, ir al chiringuito de turno o incluso broncearse.

No llevar los alimentos y las bebidas necesarias

Vital llevar agua y comida

Cuando se va con los hijos a la playa no solo es necesario llevar consigo los bañadores, las toallas, las cremas solares o algún juguete sino que también es imprescindible tener alimentos y bebidas. Hay adultos que prefieren no hacerlo, pero cometen un error. ¿Por qué? Porque es importante que los más pequeños e incluso ellos beban continuamente para no deshidratarse y que también coman productos refrescantes para conseguir el mismo objetivo.

Es cierto que, en muchas ocasiones, existen chiringuitos, bares o incluso pequeños kioscos al lado de la playa para poder comprar todo lo que se necesite. No obstante, es mejor ser precavidos y llevar algo encima porque puede suceder que se vaya a una playa donde no exista ningún establecimiento similar o porque los que estén se encuentren cerrados.

A grandes rasgos, estos podemos establecer que son los principales errores que no hay que cometer en un día de playa con los niños. Sin embargo, también hay que evitar el acudir a una playa donde no hay socorrista y el que puedan sufrir un corte de digestión porque su cuerpo experimenta un cambio brusco de temperatura.