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Formas de mejorar el diálogo entre padres e hijos

Desde que los niños son pequeños, debemos establecer una buena comunicación con ellos, con el fin de poder facilitar el diálogo padres e hijos cuando llegan a la adolescencia.

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La relación padres e hijos puede ser muy fluida cuando los niños son pequeños y de hecho hacen de la comunicación una necesidad. Los niños preguntan todo a los padres, les explican cómo les ha ido en la escuela y se sienten felices cuando su padre o madre les hablan de cualquier cosa, pero a medida que los niños crecen, es posible que esa fluidez en la comunicación se pierda un poco o que incluso todo se convierta en una discusión constante. Conozcamos a continuación, algunas formas de mejorar el diálogo entre padres e hijos.

Formas de mejorar el diálogo entre padres e hijos

La paciencia con los hijos es algo que debemos ir aumentando con el paso de los años, pero también procurar que exista un diálogo constante desde que son pequeños para que en el momento en el que llegue la pubertad o la adolescencia, los niños sientan que pueden confiar plenamente en sus padres para explicarles cualquier cosa que les haya pasado o para resolver las dudas que puedan tener.

Cuando son pequeños a los niños les será fácil expresar cualquier preocupación que tengan o cualquier miedo que sufran o de hecho no tendrán tanto problema a la hora de expresar si algo les inquieta, pero a medida que crecen, los niños pasan por una fase más independiente e introspectiva que infiere en la comunicación paterno-filial hasta el punto de crearse situaciones en las que los niños no quieren hablar o comunicar que les pasa y los padres se pueden sentir incluso frustrados.

Una fase que por suerte en la mayoría de los casos es pasajera, pero que se puede lidiar con una serie de pautas que ahora enumeramos.

No seas demasiado rígido

La primera regla para mejorar la relación y el diálogo con los hijos  es evitar ser demasiado rígidos, porque la rigidez tiende a crear miedo, que es enemigo del diálogo.

Por miedo a lo que podríamos pensar o cómo podríamos reaccionar, el niño puede ser inducido a no decir ciertas cosas, y esto es causado por el comportamiento anterior demasiado rígido de los padres.

Usa un lenguaje positivo

El lenguaje utilizado por los padres hacia el niño es muy importante en el diálogo. Los padres a menudo tienden, de hecho, a regañar a sus hijos, mientras que sería apropiado usar un lenguaje positivo, como «hubiera sido mejor si no lo hubieras hecho» en lugar del clásico «no lo hagas» para que no se sienta juzgado.

Escucha a los niños

Los padres, demasiado ocupados con sus problemas, a menudo tienden a no escuchar a sus hijos y sus necesidades. Escuchar es fundamental para comprender los problemas de los niños, aunque parezcan triviales, y es muy importante poder encontrar una solución juntos. Los niños, como los adultos, también necesitan ser escuchados.

Enseña con el ejemplo

De nada sirve enseñar a los niños a no ensuciar si los padres son los primeros en hacerlo. Esto se aplica a muchos otros comportamientos diferentes, y es importante que, incluso antes del diálogo, haya un buen ejemplo para los niños .

El ejemplo a seguir también conduce, en consecuencia, a una mejora en el diálogo porque estamos en la misma línea.

No discutas quién tiene la razón

La razón no tiene mucho sentido que exista, sobre todo con los niños, porque en la búsqueda de la razón puede dar lugar a riñas que incluso pueden llegar a ser graves.

Por eso es importante no discutir quién tiene razón y quién no, sino tratar de hablar sin imponer las ideas de nadie, con el objetivo último y más importante de comprender por qué se hizo algo.