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Vuelta al cole

Deberes y tareas escolares: ¿Cuánto tiempo deben estudiar los niños?

Según la OCDE la media de estudio de los niños es de unas 17 horas a la semana. En España se sitúa en seis horas haciendo deberes todos los días.

Ahora que por fin los niños han retomado las clases y a pesar de todas las medidas de seguridad e higiene para poder llevar a cabo un curso 2020-2021 que sea seguro frente al Covid-19, los pequeños pueden regresar a su rutina, en la que se incluye también hacer deberes o tareas escolares, pero ¿cuánto tiempo deben dedicar nuestros hijos a estudiar?.

Deberes y tareas escolares: ¿Cuánto tiempo deben estudiar los niños?

El curso anterior fue sin duda el más atípico de todos. Los niños de todo el mundo tuvieron que realizar los últimos meses de escuela desde casa, y aunque los padres pudieron comprobar cómo se organizaban clases online o el envío de tareas por correo, tal vez la experiencia haya servido para que este año podamos enfocar la realización de los deberes y tareas escolares desde otra perspectiva.

En función de cada escuela, y también de la edad de los alumnos, los niños reciben un volumen mayor o menor de tareas, que deben hacer por las tardes e incluso, el fin de semana. La organización de cada tarea dependerá de cada familia, pero lo cierto es que algunos expertos y organismos no están tan seguros que cargar a los pequeños de horas y horas de deberes sea algo tan beneficioso para su desarrollo académico.

Los niños pasan mucho tiempo en la escuela y, como resultado, una vez en casa deben tener tiempo para descansar, jugar y practicar deportes. Según los expertos, los niños deben aumentar su tiempo de estudio en casa de forma gradual y siempre adecuado a su edad. De este modo se establece que los niños pequeños y primer curso de primaria no deberían estudiar o hacer tareas más allá de la media hora, mientras que a partir de segundo curso, el horario puede aumentar hasta una hora.

A partir de los doce años en cambio, el  niño o niña pasará al instituto donde la cantidad de deberes puede ser mayor y con ello que se aconseje una media de horas de estudio de al menos 2 horas, pero ¿se cumplen esas recomendaciones?.

Los datos de la OCDE

Lo cierto es que no, de acuerdo con la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), un estudiante medio de secundaria en Europa dedica un promedio de diecisiete horas a la semana a sus funciones, mientras que en primaria son unas 5/10 horas a la semana. En el caso en concreto de España, los informes recogen unas seis horas al día de media, algo que muchos padres y también muchos profesionales de la salud, critican.

Pensemos que los niños pasan una media de entre 7 y 9 horas al día en la escuela o instituto, de modo que ¿pretendemos que todavía pasen más de cuatro horas haciendo deberes? Una cosa es que deban estudiar para un examen o que tengan que hacer un trabajo escolar concreto y otra muy distinta es que de cada materia tengan que hacer deberes todos los días.

Además, hay que tener en cuenta que además de las lecciones, algunos niños tienen tareas extra escolares, de modo que es del todo normal que estén cansados y al final, no acaben rindiendo como se esperaría de ellos.

Por ello debemos controlar el tiempo que nuestros hijos pasan haciendo deberes y en el caso de que las tareas lleguen hasta la hora de la cena, quizás sea el momento de hablar con la escuela o profesores y evidenciar un problema que es más común de lo que parece.

Aunque pensemos que nuestros hijos se pasan el día frente a la pantalla del móvil, y también debemos evitar que las horas con dispositivos se reduzcan a medias que no superen las dos horas al día, debemos dejar que el niño o niña desconecte de la escuela un rato, que descanse, e incluso dedique su tiempo a pensar qué puede hacer para no aburrirse, ya que todo ello forma parte de su desarrollo y aunque nunca debe dejar de lado la importancia de estudiar, de repasar las lecciones o de hacer tareas para comprender los conceptos explicados en clase, nunca debemos hacer que los deberes sean los protagonistas en las tardes de los niños.