Bebés

4 consejos básicos para enseñar a nadar a tus hijos

Si importante es aprovechar el verano para disfrutar con los hijos de playas y piscinas, no lo es menos que se les enseñe a nadar. Y es que esta es la manera de que puedan estar preparados no sólo para pasárselo en grande en esos lugares sino, sobre todo, para que cuenten con las habilidades y capacidades necesarias de poder hacerle frente a algún tipo de situación peligrosa dentro del agua.

Lo idóneo es que apuestes por inscribir a tus pequeños en uno de los distintos y específicos cursos de natación que existen para menores. No obstante, eso no quita para que tú también puedas ayudarles a que aprendan a “defenderse” en el medio acuático. ¿Cómo hacerlo? Ante todo, siguiendo estos consejos que te damos a conocer a continuación:

1-Familiarizarse con el agua desde temprana edad

La primera regla de oro que hay que llevar a cabo para conseguir enseñar a nadar a los niños es que desde temprana edad, a partir de los seis meses, empiecen a familiarizarse con el agua. Para eso, puedes desde inscribirlos en algún curso específico para bebés hasta meterte con tus hijos en la piscina y en la playa, comenzando en este último caso por dar paseos en la orilla y permitir que empiecen a tocar el agua y a jugar con sus pies en la misma.

2-Juegos para perder el miedo, mejorar la respiración y lograr la flotación

Los expertos en natación coinciden en señalar que, como en muchos ámbitos de la vida, la mejor manera de que los niños aprendan es mediante el juego y la diversión. Por eso, recomiendan a sus padres que apuesten por realizar actividades desenfadadas con las que puedan no sólo lograr flotar en el agua sino también ser capaces de bucear e incluso perder el posible miedo que puedan tener.

En concreto, entre los juegos más divertidos al respecto destacaríamos los siguientes:

3-Tener paciencia

Por supuesto, otro consejo fundamental que deben seguir los padres respecto a enseñar a sus hijos a nadar es que tengan paciencia. Hay que tener en cuenta que cada niño es un mundo y los hay más atrevidos con el agua y otros que pueden contar con distintas reservas y miedos. Por eso, hay que darles su tiempo para que vayan dejando de lado el pavor que puedan sentir, hay que darles mucho apoyo, confianza y, sobre todo, jamás presionarles ya que esto provocaría todo lo contrario: que rechazaran aún más el agua.

4-Establecer el hábito de usar manguitos y flotadores

Aunque hay expertos que recomiendan que los niños no recurran al uso de flotadores o manguitos sino que se decanten por los churros o los cinturones especiales, hay otros que establecen lo contrario. En concreto, estos últimos son los que apuestan porque al principio de intentar que los mejores aprendan a nadar sí se coloquen los primeros dispositivos citados. Y es que estos les van a dar seguridad y les van a ayudar, de manera psicológica, a sentirse que están protegidos y que, por tanto, no les va a suceder nada dentro del agua.

Por eso, en esas circunstancias hasta que aprendan a desenvolverse por sí solos en el medio acuático, se hace imprescindible que los padres aboguen en todo momento por indicar a sus pequeños que lo primero, antes de meterse en la piscina o en la playa, es colocarse el flotador de turno o los manguitos correspondientes.

Otros consejos

Además de las recomendaciones expuestas, también puedes optar por tener en consideración otras que te ayudarán, de igual modo, a conseguir que tus hijos comiencen a nadar: