Cómo prevenir el ahogamiento de los niños en el agua: consejos para la playa y la piscina
Riesgos de ahogamiento de los niños en la playa o piscina y cómo prevenir
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El verano es una época ideal para disfrutar del agua y refrescarse del calor, pero también implica ciertos riesgos, sobre todo para los niños. El ahogamiento es una de las principales causas de muerte accidental en menores de 14 años y puede ocurrir en cualquier lugar donde haya agua: playas, piscinas, ríos, lagos, bañeras, etc…Por ello es necesario prevenir el ahogamiento de los niños en el agua, ya sea la playa o la piscina a partir de las pautas que ahora os explicamos.
Cómo prevenir el ahogamiento de los niños en el agua
Según el Informe Nacional de Ahogamientos Infantiles 2020, elaborado por la Asociación Española de Pediatría (AEP), ese año se registraron 35 casos de ahogamiento mortal en niños menores de 14 años en España, de los cuales el 71% ocurrieron en piscinas privadas y el 17% en playas. Además, hubo otros 29 casos de ahogamiento no mortal que requirieron hospitalización y que pueden dejar secuelas neurológicas graves.
Para evitar estas tragedias, es fundamental adoptar medidas de prevención y seguridad que protejan a los niños del riesgo de ahogamiento. A continuación se ofrecen algunos consejos prácticos para disfrutar del agua con responsabilidad y tranquilidad.
En la playa
- Nunca dejar a los niños solos. Los menores deben estar siempre acompañados y vigilados por un adulto responsable que no se distraiga con el móvil, la lectura o la conversación. Los niños no tienen la misma percepción del peligro que los adultos y pueden meterse en situaciones de riesgo sin darse cuenta.
- Elegir playas con servicio de socorrista. Es preferible bañarse en zonas vigiladas por personal cualificado que pueda intervenir en caso de emergencia. Además, hay que respetar y seguir las indicaciones de los socorristas y el significado de las banderas: verde (baño permitido), amarilla (baño con precaución) y roja (baño prohibido).
- Usar chaleco salvavidas. Si el niño no sabe nadar o no nada bien, es recomendable que lleve un chaleco salvavidas homologado que le mantenga a flote. Los flotadores hinchables, los manguitos o las colchonetas no son seguros, ya que pueden pincharse, volcarse o alejarse por el viento o las corrientes.
- Evitar las horas de más calor. Es conveniente evitar la exposición al sol entre las 12 y las 16 horas, cuando los rayos son más intensos y pueden provocar quemaduras, insolaciones o golpes de calor. También hay que protegerse con crema solar, gorra, gafas y ropa ligera y beber agua con frecuencia para hidratarse.
- Respetar las normas de higiene. Antes y después de bañarse en el mar, hay que lavarse las manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico para prevenir posibles infecciones por microorganismos. También hay que evitar tragar agua salada o introducir objetos en la boca.
En la piscina
- Instalar medidas de seguridad. Si se dispone de una piscina privada, es imprescindible instalar un vallado perimetral con una altura mínima de 1,20 metros y una puerta con cierre automático y seguro para impedir el acceso libre de los niños. También se pueden usar alarmas acuáticas, lonas o cubiertas que cubran la superficie del agua cuando no se use la piscina.
- Vigilar a los niños constantemente. Al igual que en la playa, los menores deben estar siempre bajo la supervisión de un adulto que pueda socorrerlos en caso de necesidad. No basta con mirarlos de vez en cuando o confiar en que otro niño mayor los cuide. Hay que estar atento a cualquier señal de peligro, como silencio, salpicaduras o gritos.
- Enseñar a los niños a nadar. Aprender a nadar es una habilidad básica que puede salvar la vida de los niños en caso de caer al agua. Se recomienda iniciar el aprendizaje desde los primeros años de vida, con clases adaptadas a cada edad y nivel. También se debe enseñar a los niños las normas de seguridad en el agua, como no tirarse de cabeza, no correr por el borde o no empujar a otros.
- Evitar los juegos peligrosos. Algunos juegos acuáticos pueden resultar divertidos, pero también pueden entrañar riesgos de ahogamiento, como sumergir la cabeza de otro niño, hacer apneas prolongadas, saltar desde alturas o nadar con ropa. Hay que evitar estos juegos y fomentar otros más seguros y educativos.
- Mantener la piscina limpia. Es importante mantener el agua de la piscina en buenas condiciones higiénicas y sanitarias, con los niveles adecuados de cloro y pH, para evitar la proliferación de bacterias, algas o insectos que puedan causar irritaciones, alergias o infecciones. También hay que limpiar el fondo y las paredes de la piscina y retirar los objetos que puedan obstruir los filtros o las bombas.
El ahogamiento es un riesgo real y grave para los niños que se puede prevenir con medidas sencillas y eficaces. Los padres y cuidadores deben estar siempre atentos y vigilantes cuando los menores se bañan en la playa o en la piscina, así como enseñarles a nadar y a respetar las normas de seguridad en el agua. De este modo, se podrá disfrutar del verano con diversión y tranquilidad.
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