Cómo organizar la habitación de los niños y hacer que la ordenen ellos mismos

Uno de los retos a los que se enfrentan muchos padres, especialmente cuando los niños ya son algo más mayores, es al hecho de conseguir que tengan su habitación ordenada, algo que en ocasiones parece imposible, pero lo cierto es que podemos lograr inculcarles las pautas necesarias para que los pequeños tengan siempre una habitación en condiciones. Veamos a continuación, cómo organizar la habitación de los niños y asegurarse de que ellos mismos la ordenan con estos sencillos trucos.

Cómo organizar la habitación de los niños y hacer que la ordenen ellos mismos

La habitación de los niños para algunos padres y madres puede ser un verdadero dolor de cabeza. Desde no saber qué muebles son necesarios, hasta no poder encontrar espacios adecuados para contener todos los juegos en una sola habitación.

En resumen, no siempre es fácil encontrar el término medio entre una habitación habitable y ordenada y una habitación llena de juguetes. Además, a menudo sucede que los pequeños son apáticos y se niegan a ponerse en el lugar de los padres, de modo que les resultará más fácil tener la habitación desordenada que entender que es mejor mantener siempre cierto órden.

Entonces, ¿cómo encontrar el equilibrio perfecto y enseñar a nuestros hijos a ordenar? Simplemente mediante un pequeño truco que consiste en organizar la habitación de los niños para que luego se animen a reorganizarla ellos mismos. Averigüemos cómo.

Si siempre te has preguntado cómo animar a los niños a ordenar su habitación, aquí tienes unos sencillos trucos que te permitirán salir del caos de los juguetes y asegurarte de que los más pequeños se acostumbren a ordenar por sí mismos.

El truco de ordenar por rincones

El secreto para que los niños se acostumbren a ordenar su dormitorio es organizarlo en rincones. Esto significa que tendremos que crear áreas dedicadas a algunas actividades para poder dividir los juegos entre ellas.

Este sistema también les ayudará a poner orden mental, de modo que intentemos ordenar todo el espacio en las siguientes áreas temáticas:

• área lógica : trenes, construcciones, puzzles, rompecabezas
• área cognitiva y de identidad: granja de animales, casa de muñecas, cocina, instrumentos musicales, arcilla, plastelina, etc.
• área lingüística : libros y lectura
• área gráfico-pictórica: pasteles, rotuladores, temperas, pinturas de dedos, etc.

Con estas áreas bien definidas en el cuarto del niño o niña, conseguiremos estimularle para que pueda desarrollar mucho más y mucho mejor, sus habilidades.

Entonces, veamos cómo ordenar estos ángulos para asegurar que el niño desarrolle sus habilidades al máximo.

1. Esquinas definidas y claras. Si estructuramos áreas bien definidas, el niño o niña no se confundirá y sabrá qué esperar y qué hacer en esa área. En este sentido, puede ser útil utilizar cestas y alfombras para dividir las áreas, de esta forma el pequeño se verá facilitado en la reorganización y categorización de objetos. De hecho, todo lo que el niño encontrará en esa zona tendrá aproximadamente las mismas características.
2. Accesibilidad. La habitación debe ser apta para niños, en este sentido, el niño debe poder coger y llevarse los juguetes de forma segura. No organicemos los juegos de tal forma que el pequeño se ponga en peligro por conseguirlos. Esto también nos ayudará a no regañarlo creando un ambiente más sereno.
3. Utiliza cestas y recipientes . Al dividir los juguetes en varias cestas y recipientes, el niño podrá ver bien lo que hay dentro sin voltear todo para buscar algo.
4. Limita el número de juegos . Es mejor no poner a disposición demasiadas cosas juntas, de lo contrario será más difícil reorganizarlas. Es mejor guardar algunos juegos para sacarlos en el momento adecuado cuando tal vez un objeto haya aburrido al niño porque ha jugado con él durante mucho tiempo. De esta forma lo estimularemos con cosas diferentes a las habituales y también potenciaremos los juguetes que ya tenemos sin necesariamente comprar siempre nuevos.
5. Cuida los juegos de los niños. Los padres tendrán que dar un buen ejemplo y mantener siempre limpios tanto el dormitorio como los juegos. Sustituyendo los viejos, rotos o dañados, pero también ayudándole a arreglarlos. Al principio, sobre todo, mamá y papá tendrán que configurar las zonas y mostrarle al niño cómo se deben ordenar. De esta forma se irá acostumbrando poco a poco a volver a colocarlos en su lugar como los encontró él mismo.
6. No sugieras jugar. Está bien reorganizar, pero los adultos no tienen que colocar los juegos para sugerirle al niño que se pongan a jugar. Por ejemplo, en la cocina las ollas no deben estar en los fogones sino en la despensa de esta manera el pequeño tendrá la oportunidad de decidir a qué juego jugar y cómo hacerlo. Además si dejas las cosas en un lugar en el que el niño apenas deba esforzarse, no conseguirás que el mismo se incite a recoger una vez haya terminado de jugar.

Todo esto es importante porque los niños necesitan orden, buenos ejemplos a seguir y sentir el amor de sus padres incluso en las pequeñas cosas para crecer en paz. Un ambiente estructurado te permitirá criar niños más serenos, evitará muchos regaños y te permitirá enseñar mejor a tus hijos lo que significa ordenar.