Bebés
Cuidados del bebé

Estos son los 5 «vicios» más comunes de los recién nacidos ¿Cómo evitarlos?

¿Cuáles son los errores más comunes que cometen los nuevos padres con los bebés  y cómo no consentir a un recién nacido ? Aunque sea un ser indefenso y la labor de papá y mamá sea la de protegerle y cuidarle en todo momento, también es cierto que algunas actitudes pueden mal acostumbrar al bebé y a la larga, el instinto de protección o el «miedo» a que le pase algo o que nos necesite en todo momento puede provocar que acabemos en una situación en la que es posible que se genere demasiado estrés para los progenitores y que tampoco sea bueno para el futuro desarrollo del bebé. Conozcamos a continuación, los 5 «vicios» más comunes de los recién nacidos  y cómo evitarlos.

«Vicios» comunes de los recién nacidos 

La situación es típica: recién salido del hospital, o incluso antes, el primer hijo se convierte en el blanco de innumerables consejos que llegan de parte de todos aquellos que nos rodean y que ya han pasado por lo mismo. El «miedo» a que al bebé le pase algo puede hacer que algunos padres se excedan en atenciones cuando en realidad no es necesario.

Introducir una rutina sencilla y no demasiado rígida es lo mejor y lo más tranquilizador tanto para el recién nacido como para los padres. Establecer unas reglas de inmediato para uno mismo y, en consecuencia, para el recién nacido, también es beneficioso para todos, pero no debemos caer en situaciones que pueden derivar en «vicios» de los recién nacidos con respecto a su cuidado y que os describimos con detalle para que sepáis también, cómo evitarlas.

Dormirlo en brazos

Acunar a nuestro pequeño antes de acostarlo es una actividad que nos agrada tanto a él como a nosotros. Sin embargo, es bueno no acostumbrarlo a dormirse siempre en nuestros brazos; por ejemplo, podemos mecerlo durante mucho tiempo pero luego ponerlo en la cuna cuando aún no está completamente dormido. Esto se debe a que es bueno que el pequeño aprenda inmediatamente a conciliar el sueño por sí mismo y no tenga que hacerlo, con más trabajo, una vez que crezca.

Usa la comida para calmarle

La mayoría de los pediatras hoy en día recomiendan la lactancia materna «a demanda» . Pero a veces caemos en la trampa de dar el pecho no para alimentar, sino para calmar . Si el bebé llora y estamos seguros de que no es de hambre, evitemos darle el pecho, pero tratemos de consolarlo de otras formas, meciéndolo, hablándole o entreteniéndolo de alguna otra manera.

Demasiado silencio

Aislar al bebé de cualquier fuente de ruido exterior es otro error que no debemos cometer dado que no vamos a poder mantener este estado de silencio para siempre. Es mejor comenzar con ruidos ligeros (un ventilador, el lavavajillas, el secador de pelo) y luego pasar gradualmente al equipo de música o al televisor a un volumen bajo. El contraste entre los ruidos del día y la quietud de la noche también ayudará al bebé a distinguir los momentos de sueño y vigilia.

El chupete

El uso del chupete siempre ha sido un tema de debate. Muchos piensan que está mal dárselo a bebés menores de un mes porque es una fuente potencial de estrés y confusión en un momento en que los bebés aún no tienen experiencia en la lactancia. También en este caso, si el chupete consigue calmar a tu pequeño en algunas situaciones, no tiene nada de malo dejar que lo use, pero sin que se convierta en la única forma; mejor alternarlo con mimos u otro tipo de distracciones.

Demasiada atención

Hoy en día las teorías más acreditadas indican que está mal dejar llorar a tus hijos. Pero incluso excederse en la dirección opuesta no es del todo correcto; si el pequeño emite lloriqueos, si empieza a parecer un poco nervioso o inquieto no es correcto acudir inmediatamente a su rescate, sino que es mejor esperar un par de minutos para que pueda trabajar sus emociones y ver si es capaz de calmarse por sí mismo.