Comidas fáciles: ¿Cómo conseguir que los niños coman sin distraerse?

¿Cómo hacer que la hora de comer o de cenar no se convierta en eterna? ¿Que las comidas sean fáciles y que los niños no se distraigan?. Veamos ahora cómo conseguir que el niño se concentre en la comida y se coma todo lo que tiene en el plato.

Puede que tengamos un auténtico problema si el niño no come porque nunca tenga hambre. Incluso preparando comidas fáciles que sabemos que le gustan, pero en el caso de que se trate de niños activos, que se distraen con todo y que no hacen caso a la comida, podemos recurrir a consejos que bien aplicados darán un buen resultado.

Comidas fáciles: ¿Cómo conseguir que los niños coman sin distraerse?

Los padres no deben entrar nunca en pánico. De hecho cualquier grito o enfado, provocará que el niño se asuste y llore (si es pequeño) o que se rebele y no quiera comer, ya no por distracción, sino por enfado. Podemos aplicar entonces estas soluciones,

• Ten en cuenta los gustos del niño: Si el niño se distrae porque lo tiene delante no le apetece, quizás debas intentar que de vez en cuando coma algo que realmente le apetezca. Por lo tanto, será buena idea decidir comidas semanales tratando de ofrecer comidas similares y que sean fáciles para toda la familia teniendo en cuenta los gustos de los más pequeños. Los pequeños a menudo hacen lo que ven en la familia y si os ven comer a todos de forma variada, puede que también él introduzca ese hábito entre sus gustos alimenticios.
• Acierta con la hora de comer: Si el niño acaba de salir de la escuela, o viene de jugar del parque o de hacer cualquier actividad en la que se ha divertido, puede que tenga mucha hambre, pero también tendrá ganas de explicar lo que ha estado haciendo y es posible que se distraiga, o que directamente tarde mucho en comer. Es mejor que esperemos un poco más hasta la hora de comer, o que hablemos primero con el niño diez o quince minutos para que una vez nos pongamos a comer, coma sin problema.
• No ofrezcas alternativas o recompensas como: «¡Si comes de todo, te llevaré al parque!», ya que el niño solo va a estar pensando en eso y precisamente le dará vueltas y vueltas a lo que tiene sobre el plato.
• Presenta comidas coloridas y platos creativos y divertidos (rostros grandes, casas, paisajes con sol o luna, son solo algunos ejemplos) como por ejemplo platos de pasta mezclados con verduras, con los que los niños se puedan distraer, sí, pero con lo que tienen delante y tengan ganas de comérselo.
• Al comer, apaga la televisión y los teléfono. Sin distracciones, solo teniendo una conversación familiar, será más fácil para el niño concentrarse en la comida y no precisamente en lo que más le puede llegar a distraer.
• Cuando cocines, deja que el niño te ayude. Una vez en la mesa, el niño comerá con más entusiasmo y podrá decir que ha cocinado para todos. Se concentrará en lo que ha cocinado y tendrá ganas de probarlo.
• No dejes que el niño juegue con la comida, y no le rías la gracia si es pequeño. El niño debe saber que con la comida no se juega ya que de hacerlo esta podría acabar fuera del plato o mucho peor, en el suelo.