8 consejos sobre cómo actuar cuando el niño no quiere comer

Tener un hijo al que le cuesta comer o que dice «no» a todo lo que le ofrecemos puede llegar a ser un auténtico problema. Sin embargo, prácticamente todos los niños pequeños pasan por una fase en la que se niegan a comer o a probar cosas nuevas. Algo que es pasajero y que se puede resolver, con estrategias como cocinar lo que deseamos darle de una forma atractiva, pero en el caso de que sea algo más duradero, será necesario consultar al pediatra para que descarte cualquier problema alimenticio en el niño y en el caso de que así sea, podemos lograr 7 consejos sobre cómo actuar cuando el niño no quiere comer.

Cómo actuar cuando los niños no quieren comer

Durante sus primeros años de vida, el niño se enfrenta al descubrimiento del mundo que le rodea y eso supone, entre otras cosas, que le cueste adaptarse a determinados aspectos de este e incluso que muestre un palpable rechazo a algunos.

En concreto, una de las situaciones que más problemas suele provocar dentro del ámbito familiar es la alimentación. Y es que es frecuente que el pequeño se niegue a comer ciertos alimentos por diversos motivos: no acaba de acostumbrarse a haber dejado de lado el biberón, hay monotonía en las comidas, no existen horarios alimenticios en casa, se encuentra enfermo, hay conflictos dentro del hogar… En esos casos, lo que debe hacer cualquier padre o madre es seguir una serie de consejos importantes que pronto darán sus frutos positivos.

No a los aperitivos o «snacks»

Primero, asegúrate de que tu hijo llegue con hambre a la hora de comer. Así que no será bueno atiborrarle a pequeños aperitivos entre horas. Piensa que deben ser cinco, las comidas para un niño (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda-cena) y así deben quedar. Por otro lado, las comidas entre horas (lo que le des a media mañana y para merendar no debe ser tampoco algo demasiado copioso ya que debes priorizar el desayuno, el almuerzo y la cena).

Dieta variada

Que el niño vaya acostumbrándose a comer todo tipo de alimentos es fundamental en pro de su salud, porque cada uno de estos le ofrece nutrientes diferentes. De ahí que es imprescindible que pueda disfrutar de una dieta equilibrada y variada, donde tengan protagonismo productos de todo tipo: verduras, carne, pescado, fruta…

Originalidad

Los pequeños comen lo que “les entra por los ojos”. Por esto, es necesario que cualquier plato se les presente en la mesa de forma original y divertida. No es lo mismo un plato de verduras tal cual, que uno que adopte la apariencia de una cara o incluso de un barco, por ejemplo.

Sí a la autorregulación

Los niños saben autorregularse con la comida. ¿Eso te sorprende? Puedes confiarle a tu hijo la cantidad y la saciedad, pero debes dejar que practique esta habilidad. Así que nunca lo obligues si ya no quiere comer.

Durante el destete, deja que experimente

La idea de que un niño estropee la comida con las manos y se la esparza por la cara no es lo más relajante, pero… ¡tiene sentido dejar que lo haga! Durante el destete, un niño debe conocer tantos alimentos como sea posible y ser capaz de aprender por sí mismo cuándo tiene hambre, qué quiere, cuándo se siente lleno.

Nunca hay que forzar a comer

Un padre o una madre que se tope con el hecho de que su hijo se niega a comer un plato debe tener clara una cosa: no debe forzarle a que lo ingiera. ¿Por qué? Porque actuando así lo único que se consigue es que muestre más rechazo a este. Asimismo es importante que no se le dé otra opción como sustituto, ya que se acostumbrará a esta acción y se negará siempre en rotundo a comer el que se le ofreció en primer lugar.

Sí a la participación

Lleva a tu hijo al supermercado, asegúrate de que pueda elegir comer una fruta o verdura solo en función del color (cuando sea mayor, enséñele a leer las etiquetas de los alimentos), involúcralo lo más posible en la elección también de las recetas preparando la comida -inicialmente, sólo como espectador- y déjale opinar sobre el menú previsto para el almuerzo y la cena.

Sí a sus sugerencias o que elija uno de los platos del menú

Para conseguir que tu hijo coma de todo, debemos procurar también que el niño decida de vez en cuando qué comer. Siempre se ha preguntado «¿qué te apetece comer?» y no está de más que lo sigamos haciendo. Puede que el niño te pida por ejemplo unos macarrones y se los puedes hacer, pero también que se acostumbre a que junto a esa pasta, deberá comer también algo de verdura de primero o quizás un poco de pescado de segundo. Si el niño ve que accedemos a sus gustos, también cederá a lo que es más recomendable para él.