Las claves del embarazo de alto riesgo
Cualquier mujer que decide tener un hijo desea, entre otras cosas, llevar adelante una gestación de lo más normal y sin complicaciones de ningún tipo. Sin embargo, en ocasiones, no sucede así. Así, a veces, hay féminas que se encuentran con el hecho de que el suyo es un embarazo de alto riesgo.
¿No sabes qué es o qué peligros entraña? No te preocupes, te lo contamos todo a continuación. Toma nota:
¿Qué es el embarazo de alto riesgo?
Lo primero que hay que tener claro es que cuando estamos hablando de un embarazo de alto riesgo nos estamos refiriendo a uno que se identifica porque tiene muchas más probabilidades que otro de tener complicaciones. Eso sí, complicaciones para la madre o para el bebé e incluso para ambos a la vez.
En concreto, las estadísticas que se barajan al respecto vienen a indicar que únicamente en torno al 10 % de las gestaciones que se producen son de este tipo que ahora nos ocupa.
Causas del embarazo de alto riesgo
No hay una única causa que propicie una gestación como la que estamos abordando. Son muchas las que pueden dar a la misma. Sin embargo, es cierto, que hay una serie de situaciones que se consideran que son las que más dan lugar a un embarazo con complicaciones:
- Madre menor de 18 años o mayor de 40 años
- Embarazo múltiple
- Toxoplasmosis
- Que la madre consuma alcohol o fume e incluso que sea adicta a alguna otra droga
- Hepatitis
- Anemia
- Madre con obesidad mórbida
- Preeclampsia y eclampsia
Por supuesto, sin olvidar que hay otras situaciones que pueden favorecer también que la gestación pase a ser de alto riesgo. Nos estamos refiriendo a que la mujer sufra diabetes, hipotiroidismo, una enfermedad de transmisión sexual, problemas de corazón…
Entre los síntomas que pueden alertar de que hay que tomar medidas porque no se está ante un embarazo normal se encuentran hemorragias leves, dolores de estómago, pérdida de líquido por la vagina, contracciones uterinas, mínimo movimiento del feto…
Riesgos
Una vez que conocemos qué es y cuáles son sus causas más frecuentes, tenemos que saber qué complicaciones puede traer consigo un embarazo como el citado. En ese caso, podemos determinar que entre algunas de las más significativas y que merece la pena tener en consideración están el parto prematuro, el aborto, el desprendimiento de la placenta o retraso en el crecimiento uterino, entre otras.
Cuidados y tratamiento para un embarazo de alto riesgo
Precisamente por los peligros que trae consigo una gestación como esta, se hace necesario que la mujer, ante uno de los síntomas expuestos, acuda a su doctor. Si este le diagnostica un embarazo de alto riesgo, será necesario que siga sus indicaciones, entre las que pueden encontrarse estas, tal y como te dimos a conocer en un artículo anterior:
- Debe acudir a todas y cada una de las citas médicas que le concierte para poder realizar un seguimiento exhaustivo del embarazo.
- Tiene que dejar de fumar, de beber alcohol y de tomar cualquier otra sustancia tóxica que ingiera.
- Imprescindible que siga una dieta sana, completa y equilibrada. Eso pasa porque lleve adelante una alimentación que se sustente en cinco comidas diarias (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena) y que sea rica en frutas y verduras. De la misma manera, debe reducir a la mínima expresión la ingesta de bollería, platos muy especiados y recetas con mucha grasa.
- No debe realizar grandes esfuerzos, porque de llevarlos a cabo podría empeorar notablemente su estado de salud.
- Tiene que descansar de forma periódica y habitual.
Todo eso sin pasar por alto que, si así lo considera necesario, el médico podría indicar la necesidad de que fuera ingresada para poder realizarle ciertas pruebas o un seguimiento más exhaustivo.
Otros datos de interés
Además de todo lo indicado hasta el momento, hay otros aspectos que también merece la pena tener en cuenta tales como estos:
- Las pruebas de orina, los análisis de sangre, una ecografía o un ultrasonido son exámenes que se pueden usar para poder detectar un embarazo de alto riesgo.
- En pro de que todo salga bien, debe acabar con el estrés que pueda estar sufriendo. Para eso nada mejor que recurrir a actividades que le entretengan, como ver series de televisión o leer un libro, e incluso a poner en práctica técnicas de relajación.
- El embarazo ectópico, la incompatibilidad de los grupos sanguíneos o una infección del tracto intrauterino son otras de las situaciones que pueden llevar a sufrir una gestación de riesgo.