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Ciberacoso: ¿Cómo afecta al niño?

Descubre de qué modo puede afectar el ciberacoso a los niños y cuáles son las pautas a seguir para prevenirlo y para hacerle frente.

Los niños de hoy en día pasan horas y horas frente a las pantallas de sus dispositivos móviles y ordenadores, de modo que debemos estar alerta ante el riesgo de ciberacoso que sobre ellos puede haber y sobre todo, conocer qué consecuencias tiene y cómo afecta al niño.

Qué es el ciberacoso

El ciberacoso o cyberbullying corresponde al acoso online por parte de gente desconocida hacia otras personas, generalmente menores de edad. La diferencia entre este tipo de acoso y el bullying escolar que también pueden sufrir nuestros hijos radica en el lugar en el que se produce.

Mientras que los «matones» actúan en el mundo real, los acosadores actúan online, y aunque no lo parezca, se trata de una diferencia remarcable ya que si bien el niño acosado en el colegio suele sentirse protegido cuando está en casa, las víctimas de ciberacoso nunca se siente seguros, ya que siempre pueden ser contactados por correo electrónico o por teléfono.

El ciberacoso es por lo tanto más penetrante y la intimidación puede ser más grave, ya que, en algunos casos, los ataques pueden ser anónimos, dando pie a que la víctima también ignore quién es su verdugo, sintiéndose aún más sola y desesperada.

Además, el ciberacoso también es más impactante, pero no solo desde un punto de vista psicológico, ya que también tienes serias consecuencias legales a considerar.

Cómo afecta al niño, cómo reconocer y cómo actuar frente al ciberacoso

Los niños que pasan muchas horas frente a un ordenador, y además este se encuentra en su propio dormitorio, o los niños que están todo el día con su teléfono móvil tienen acceso infinito a contenidos en la red que desgraciadamente, en algunos casos, los padres no controlan. 

Creemos que porque nuestro hijo o hija ya tenga cierta edad, o porque veamos que se desenvuelve bien navegando por la red, está seguro, pero no es así. Puede hacer «clic» por error en una página que no le corresponde, puede subir fotos que den pie a que otros les dejen malos comentarios, o pueden aceptar solicitudes de amistad de gente desconocida que pueden ser en realidad perfiles falsos. Como padres, debemos estar alerta y controlar bien a qué páginas entran nuestros hijos, con quién hablan o chatean y sobre todo, proteger la privacidad de sus cuentas en redes sociales.

Con todo y con ello, se siguen dando cada vez más casos de ciberacoso, que podemos llegar a identificar a partir de cómo afecta y los síntomas que provoca sobre el niño.

Cuando son víctimas de acoso, normalmente, los niños entran en una fase ansioso-depresiva. Un cambio que a menudo es repentino y ocurre en ausencia de otras explicaciones: de repente, el niño habla menos, está deprimido y triste. Todas las señales que deben activar una alarma en los padres que deben preguntarle cuál es el problema, para evitar que se sienta solo y desesperado, incluso cometer gestos extremos.

Por otro lado será bueno rastrear la actividad del niño en internet, ver también cómo se comporta con respecto al tiempo de conexión (es posible que de la noche a la mañana el niño ya no quiera entrar en internet).

Cómo prevenir el ciberacoso

Desafortunadamente, detrás de la tecnología no solo hay potenciales, sino también riesgos. Entre la privacidad, los datos personales nadie está a salvo.

Los niños y los jóvenes deben recibir de los padres una educación correcta en el uso de la tecnología y las herramientas adecuadas para enfrentar los peligros de Internet.

Los padres, para que sus hijos sean conscientes de los riesgos asociados con el uso incorrecto de la web, pueden seguir las siguientes sugerencias.

Para prevenir el acoso cibernético, también es importante:

Qué hacer si se produce ciberacoso

En el caso de que nuestro hijo o hija sea víctima de ciberacoso, debemos intentar averiguar por parte de quien viene. Si se trata de alguien que el niño conoce (quizás de la escuela) o es alguien anónimo.

En el caso de ser alguien conocido, y sobre todo si el ciberacoso es por parte de  alguien del colegio, debemos alertar a los profesores y a la dirección del centro, así como a los padres del niño acosador. En algunos casos se hace también necesario poner una denuncia.

En el caso de ser alguien anónimo, deberemos acudir a la policía y denunciar el ciberacoso. En España existen dos unidades de protección que son la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional y el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil a los que podemos acudir para denunciar el caso, acudiendo además con pruebas que demuestren que existe ciberacoso, como capturas de pantalla, mensajes o también incluso un acta notarial de la existencia del acoso hacia tu hijo o hija; es decir, que vayamos primero a un notario para que elabore un acta que dé fe de la existencia de los mensajes de acoso hacie el menor de edad.