Baño de bosque: Cómo salir a la naturaleza ayuda a la salud mental de los niños según la ciencia
Un reciente estudio ha revelado las bondades de los baños de bosque para los niños
Juegos en la naturaleza para que los niños se diviertan
¿Te gusta pasear por el bosque, respirar el aire fresco, escuchar el sonido de los pájaros y sentir la brisa en la cara? Si es así, estás practicando algo que se llama baño de bosque, una forma de conectar con la naturaleza que puede mejorar tu salud mental y física y que además según un reciente estudio, puede ser realmente beneficioso para los niños.
El baño de bosque es una práctica que consiste en sumergirse lentamente y con atención en el ambiente natural. No se trata de hacer ejercicio, sino de relajarse y disfrutar de la belleza y la tranquilidad del bosque. Normalmente, se hace con la ayuda de un guía que te enseña a observar, escuchar, oler, tocar y saborear lo que te rodea.
El baño de bosque se originó en Japón, donde se le llama shinrin-yoku, que significa literalmente “bañarse en el ambiente forestal”. Desde la década de 1980, los japoneses han incorporado esta práctica a su estilo de vida, y han creado más de 60 bosques terapéuticos en todo el país. ¿Cómo llevar a cabo esta rutina y cómo nos beneficia a nosotros y en especial a los niños?.
¿Qué beneficios tiene el baño de bosque?
Muchos estudios científicos han demostrado que el baño de bosque tiene efectos positivos para la salud, tanto mental como física. Algunos de estos beneficios son:
- Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, al liberar hormonas como la serotonina y la oxitocina, que nos hacen sentir felices y relajados.
- Mejora el sistema inmunológico, al aumentar el número de células que combaten las infecciones y los tumores.
- Baja la presión arterial, el ritmo cardíaco y la glucosa en sangre, al relajar los vasos sanguíneos y los músculos.
- Mejora la memoria, la atención y la creatividad, al estimular el cerebro y favorecer el aprendizaje.
- Aumenta la autoestima, la confianza y la empatía, al conectar con uno mismo y con los demás.
¿Cómo puede ayudar a los niños el baño de bosque?
Los niños pueden beneficiarse mucho del baño de bosque, especialmente si tienen algún problema de salud mental como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Wisconsin-La Crosse mostró que la salud mental de los niños se puede mejorar exponiéndolos al baño de bosque. Los investigadores llevaron a 12 niños de entre 9 y 14 años a un bosque en La Crosse durante el verano de 2019 para participar en una terapia forestal guiada. Todos los niños tenían ansiedad y/o depresión, y todos experimentaron alivio al estar al aire libre.
Los resultados del estudio se publicaron en la Revista Internacional de Promoción de la Salud Mental Salud Psicológica y Fisiológica.
El profesor Kil, uno de los autores del estudio, dijo que está animando a los padres a pasar más tiempo en la naturaleza con sus hijos, especialmente aquellos que puedan tener un problema de salud mental. “Lo llamamos la receta de la naturaleza”, dijo Kil. “Incluso los médicos prescriben la conexión con la naturaleza, no la medicina”.
Kil tiene otros dos estudios en marcha, uno que puede mostrar que los veteranos militares con TEPT podrían beneficiarse del baño de bosque. Otro es medir si el baño de bosque puede ser mejor para la salud física que una caminata rápida en la naturaleza.
¿Cómo practicar el baño de bosque?
Para practicar el baño de bosque, no hace falta ir muy lejos ni tener mucho tiempo. Lo importante es encontrar un lugar natural que te guste y que te transmita paz, como un parque, un jardín, una playa o un río. Luego, solo tienes que seguir estos pasos:
Deja el móvil, la tableta y otros dispositivos electrónicos en casa o apagados. Así podrás desconectar de las distracciones y concentrarte en el momento presente.
Camina lentamente y con calma por el lugar elegido, sin prisa ni rumbo fijo. Observa lo que ves, escuchas, hueles, tocas y saboreas. Intenta usar todos tus sentidos para conectar con la naturaleza.
Busca un sitio cómodo donde sentarte o tumbarte. Respira profundamente y relaja tu cuerpo y tu mente. Cierra los ojos si quieres y deja que los pensamientos fluyan sin juzgarlos ni aferrarte a ellos.
Si vas acompañado, puedes compartir tus sensaciones y emociones con la otra persona, o simplemente disfrutar del silencio y la compañía. Si vas solo, puedes hablar contigo mismo o con la naturaleza, o simplemente estar en silencio y escuchar tu voz interior.
Dedica el tiempo que quieras o que puedas al baño de bosque. No hay una duración fija, pero se recomienda al menos 20 minutos para notar sus efectos. Cuando termines, agradece a la naturaleza por lo que te ha ofrecido y vuelve a tu rutina con una sonrisa.
El baño de bosque es una forma sencilla y divertida de cuidar tu salud y tu bienestar y también la de los niños. Además, es una forma de respetar y proteger el medio ambiente, que nos da tantos beneficios y que necesita nuestra ayuda. Así que, ¿por qué no te animas a probar el baño de bosque con los más pequeños de la casa? Seguro que te sorprenderás de lo que podéis descubrir y sentir.
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