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Alimentación infantil: Cómo hacer que los niños coman brócoli

Cocinar y cocer el brócoli junto a los niños, y explicarles lo beneficioso que es para su salud, servirá para que se coman esta verdura sin rechistar.

Cocer brócoli o cocinarlo en la sartén y servir a los niños puede ser a veces todo un reto. Esta es una verdura imprescindible para su salud y crecimiento, pero también de las más odiadas. Veamos cómo podemos hacer que los niños coman brócoli y no solo eso, sino que además, les guste.

Beneficios de comer brócoli

Son muchos los niños que se resisten a probar el brócoli, pero existen métodos para que se lo coman sin problema. El brócoli, que pertenece a la familia de las crucíferas, es una de las verduras con más propiedades beneficiosas, y no solo porque tenga pocas calorías, sino porque cocer brócoli y comerlo todas la semanas es una verdadera cura para el organismo, a partir de su riqueza en sales minerales (calcio, fósforo, hierro y potasio sobre todo) y vitaminas (contiene C, B1 y B2).

Por otro lado lado la acción antitumoral está absolutamente probada: gracias al sulforafano contenido, el brócoli ayuda a contrarrestar la división celular y la muerte de las mismas células, ayudando así en la prevención y en la lucha contra los tumores. Al mismo tiempo, sus isotiocianatos protegen las células, previniendo sobre todo el cáncer de intestino, pulmón y mama. En particular, en lo que respecta a los pulmones, el brócoli no solo ayuda a contrarrestar los tumores que los afectan, sino que un estudio reciente en la Escuela de Medicina John Hopkins ha demostrado que estos vegetales son excelentes contra todo tipo de problemas pulmonares, desde el asma hasta los problemas. respiradores en general.

También es antioxidantes, antianémico, emoliente, purificantes antiparasitario y diurético, así como también anti-estreñimiento, anti-cataratas, anti-derrames cerebrales y antibacterianos (son los principales en la lucha contra el Helicobacter responsable de la gastritis).

Cómo hacer que los niños coman brócoli

Con tantas propiedades y beneficios, es importante que los niños se acostumbren a comer esta verdura desde bien pequeños. El problema viene cuando la ven sobre el plato y no les apetece comerla quizás por su olor, o porque su aspecto, servido sin más no es muy apetecible. ¡Si ellos supieran que en realidad tiene un sabor excelente!.

La clave está en implicar al niño en el proceso de cocinar y de hacer que comer brócoli sea casi un juego. No es cuestión de cocer brócoli, o rehogarlo en la sartén con un poco de ajo, y servirlo sin más, o tal vez acompañado de algo de carne o de pescado, ya que lo más probable es que el niño no tenga ganas de comerse ese trozo de verdura que parece un pequeño árbol.

Si deseas que tu hijo coma brócoli sin rechistar, puedes hacer que él mismo sea quien lo elija cuando lo compremos en el supermercado. Que lo vea al natural, que lo toque, que elija el que se vaya a comer y que luego te ayude a cocinarlo.

Siempre contigo a su lado, el niño puede cortar la verdura en los pequeños arbolitos que compone, meterla dentro de la olla en agua caliente o dentro de la sartén con un poco de aceite y comprobar cómo se cocina.

Además, podemos cocinar un poco de pasta con tomate y cortar el brócoli en pequeños trozos para mezclarlo todo. O también hacer con el niño una receta de albóndigas de brócoli y queso. Seguro que le encantará mancharse las manos haciendo las bolitas de las albóndigas y te sorprenderá la ganas que tiene de probar lo que ha cocinado.

Siempre que el niño vea todo el proceso de cocción, cocinado y que vea también como lo preparamos para que se lo coma, incitará a que sienta curiosidad y por fin descubra lo bueno que puede estar el brócoli.