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Alimentación del embarazo en otoño: Todas las claves y alimentos que elegir

Durante el otoño es importante llenarse de vitaminas y nutrientes para evitar los resfriados en el embarazo

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Los consejos para seguir una buena alimentación durante el embarazo

El otoño es una estación del año que trae consigo cambios de temperatura, de luz y de hábitos. Estos cambios pueden afectar a nuestro estado de ánimo, a nuestro sistema inmunológico y a nuestra alimentación. Por eso, es importante adaptar nuestra dieta a las necesidades de cada temporada, especialmente si estamos embarazadas. Toma nota, porque te damos todas las claves sobre la alimentación del embarazo en otoño.

Alimentación del embarazo en otoño

El embarazo es una etapa de la vida en la que la alimentación cobra una especial relevancia, ya que influye tanto en la salud de la madre como en la del bebé. Durante el embarazo, se deben seguir unas pautas generales de alimentación saludable, como consumir gran cantidad de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables. Además, se deben evitar ciertos alimentos que pueden suponer un riesgo para el feto o la gestante, como los grandes peces con alto contenido de mercurio, los quesos no pasteurizados, los embutidos crudos o las carnes poco hechas.

Pero además de estas recomendaciones básicas, hay algunos aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de alimentarse durante el embarazo en otoño. A continuación, te damos algunos consejos y beneficios de seguir una dieta adecuada a esta estación.

Aprovecha los productos de temporada

El otoño nos ofrece una gran variedad de frutas y verduras que son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Algunos ejemplos son las manzanas, las peras, las uvas, los caquis, las granadas, las calabazas, las zanahorias, las coles, las espinacas o los champiñones.

Estos alimentos te ayudarán a mantener una buena hidratación, a prevenir el estreñimiento, a fortalecer tu sistema inmunitario y a cubrir tus necesidades nutricionales y las de tu bebé.

Incorpora alimentos ricos en hierro

El hierro es un mineral esencial para la formación de los glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en la sangre. Durante el embarazo, se incrementa la demanda de hierro para satisfacer las necesidades del feto y evitar la anemia materna. Algunos alimentos que contienen hierro son las carnes rojas magras, el pescado azul, los huevos, las legumbres, los frutos secos y los cereales fortificados. Para mejorar la absorción del hierro, se recomienda combinar estos alimentos con otros que contengan vitamina C, como los cítricos, los kiwis o los pimientos.

No descuides el calcio

El calcio es otro mineral imprescindible para el desarrollo óseo y dental del bebé y para la salud de los huesos y los dientes de la madre. El calcio también interviene en el funcionamiento del sistema nervioso y muscular. Durante el embarazo, se necesita un mayor aporte de calcio para evitar la pérdida de masa ósea materna y prevenir problemas como la osteoporosis o la hipertensión. Las principales fuentes de calcio son los lácteos y sus derivados (leche, yogur, queso), pero también se puede encontrar en otros alimentos como las sardinas en lata (con espinas), los frutos secos (almendras), las semillas (sésamo) o las verduras de hoja verde (brócoli).

Modera el consumo de cafeína

La cafeína es una sustancia estimulante que se encuentra en el café, el té, las bebidas de cola, las bebidas energéticas o la yerba mate. Su consumo excesivo puede provocar nerviosismo, insomnio, taquicardia o irritabilidad. Además, puede atravesar la placenta y afectar al desarrollo del bebé. Por eso, se recomienda limitar el consumo de cafeína a no más de 200 mg al día (equivalente a dos tazas pequeñas de café)2. Si te apetece tomar algo caliente para combatir el frío del otoño, puedes optar por infusiones sin cafeína como la manzanilla o el rooibos, o por leche con cacao.

Hidrátate adecuadamente

La hidratación es fundamental para el buen funcionamiento del organismo y para prevenir problemas como la retención de líquidos, las infecciones urinarias o la deshidratación. Durante el embarazo, se debe beber entre 2 y 3 litros de agua al día, incluyendo los líquidos que se ingieren con los alimentos (sopas, caldos, leche, zumos, etc.)4. El agua es la mejor opción para hidratarse, pero también se pueden consumir otras bebidas sin alcohol ni azúcar añadido, como el agua con limón, los zumos naturales o las infusiones.

Como ves, seguir una alimentación en el embarazo durante el otoño no es difícil ni aburrido. Solo tienes que elegir los alimentos adecuados y variar tu menú para disfrutar de los sabores y los beneficios de esta estación. Recuerda que una buena alimentación es la base de una buena salud para ti y para tu bebé.