Tumbas abiertas, cruces por el suelo y monumentos derruidos en la parte vieja del cementerio de Palma

Primero está el olvido, después la crisis de 2008 y ahora la generada por la pandemia del coronavirus. Son muchos los ciudadanos que han abandonado a sus difuntos y han dejado de pagar unos gastos que antes parecían sagrados como es la tas a la Empresa Funeraria Municipal para el mantenimiento de las tumbas.

En Sector 2 del Cementerio de Palma, dentro de la parte más antigua, muchas tumbas han caído en el olvido y el abandono. Algunas están semiabiertas, otras con la lápida destrozada. Hay cruces por el suelo, losas rotas y monumentos funerarios en ruinas. Todo esto domina un sector donde el estado de abandono hace que el acceso sea muy difícil y peligroso. No hay viales y para acceder a un punto determinado y no hay más remedio que transitar por encima de las tumbas abiertas o con losas inestables y deterioradas. El estado de degradación en esta parte del camposanto de Palma se acentúa de año en año ante la pasividad de la administración municipal.

Son por lo general tumbas donde este lunes, festividad de Tots Sants, nadie irá a depositar crisantemos, y no sólo por la dificultad del acceso. No siempre el motivo del abandono está en el impago de la tasa por razones económicas sino que en muchas ocasiones se debe al olvido absoluto en que han caído los difuntos aquí enterrados.

Cuando por el motivo que sea se deja de pagar la tasa,  el Ayuntamiento de Palma inicia el procedimiento de caducidad del derecho de usos de la tumba. En general las tumbas se ceden por un periodo renovable de 99 años. La concesión de la tumba está condicionada al abono del tributo municipal correspondiente para mantenerla en buen estado, una tarea que corre a cargo del centenar de operarios de la sociedad municipal.

Una vez que culmina el procedimiento de caducidad, que se puede alargar varios años debido a los farragosos trámites administrativos y por la dificultad de contactar con los titulares, éstos pierden la propiedad del nicho si no liquidan la deuda y la propiedad de la sepultura revierte al Ayuntamiento. .

Son frecuentes los casos en que las tumbas se abandonan porque los herederos han renunciado a hacerse cargo de la titularidad, han desaparecido  o incluso desconocen que son titulares de esos derechos.

El inicio del expediente de caducidad se produce generalmente después de varios intentos fallidos de la dirección de la EFM de cobrar por la vía ordinaria la deuda acumulada, en muchas ocasiones, durante varias anualidades. Si la propiedad afectada es del área histórica, el Ayuntamiento no la saca a la venta sino que opta por su eliminación en línea con la política de esponjamiento y ampliación del abigarrado espacio que ocupa el cuadro central de Son Valentí como popularmente se le conoce.

En el Sector 2 del Cementerio de Palma, las tumbas destrozadas y abandonadas se mezclan con otras de que presentan un excelente estado de conservación y con algunos puntos de interés como marca la placa de acceso a esta zona. A modo de ejemplo, es donde se halla la tumba del héroe de la Guerra de la Independencia José de Aymerich i Varas, que murió en Palma asesinado en 1841, un crimen que nunca se resolvió.

También en este sector está la tumba de Fausto Morell, la columna funeraria de Miquel Quetgals i Bauçà, el nicho de Félix Pons Irazazábal o el del Xim Torrents. También los llamativos nichos de Arthur Edward Middlehurst y Sir Arthur Robert Ford Dorward.

Dispositivo especial

El Ayuntamiento de Palma ha organizado para este lunes, festividad de Tots Sants, un dispositivo especial donde el cementerio permanecerá abierto de 8.00 a 21.00 horas.

La EMT ha habilitado un servicio de lanzadera que saldrá desde la Porta de Sant Antoni. Los autobuses para este fin de semana y el lunes tendrán servicio ininterrumpido, cada 20 minutos, desde las 07.40 hasta las 20.55 horas.

Para facilitar el acceso al cementerio, la Policía Local de Palma desplegará un dispositivo especial con el que regulará las calles adyacentes. Asimismo, se encargará de la vigilancia del interior del recinto con patrullas de refuerzo. Los agente vigilarán también otros cementerios como son los de Sant Jordi, Establiments, Génova y Sa Vileta.

Desde la Empresa Funeraria Municipal han avanzado que habrá más personal de refuerzo para poder ayudar a los visitantes, así como trabajadores de jardinería, vigilancia y otros servicios de mantenimiento.