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ABOGADA DE LA ACUSACIÓN PARTICULAR

Teresa Bueyes: «La Fiscalía quiere lavar la imagen de Cursach, que no fue juzgado por delitos muy graves»

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Teresa Bueyes abogada que ejerció una de las tres acusaciones particulares contra el absuelto capo de la noche mallorquina, Bartolomé Cursach, tiene claro que el escrito de acusación remitido por los fiscales Tomás Herranz y Fernando Bermejo al Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) contra el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán  pretende «lavar la imagen de Cursach que no fue juzgado por delitos muy graves. Es una cortina de humo». Los fiscales anticorrupción Herranz y Bermejo solicitan apertura de juicio oral contra los instructores del  caso Cursach  Penalva y Subirán, a los que piden 118 y 121 años de prisión respectivamente.

«Como si quieren pedir 500 años. Están convirtiendo esto en un circo y no es serio», asegura Bueyes. La abogada añade que si el Ministerio Fiscal solicita más de cien años de cárcel para cada uno de ellos, «por qué no invoca el artículo 505 de comparecencia de prisión para delitos tan graves. Yo sólo he visto que se pida esa cantidad de años a terroristas con múltiples asesinatos, pero a nadie más».

Por ello para Bueyes la razón que está detrás de esa elevada solicitud de penas es «dejar satisfecho a Cursach creando una cortina de humo sobre lo que realmente interesa: que se ha dejado de juzgar a él y a sus acólitos por delitos muy graves. Ahora se quiere hacer un lavado de imagen muy exagerado, para que no se hable de lo que verdaderamente importa», sostiene esta abogada defensora de empresarios de la localidad mallorquina de Magaluf en el caso Cursach.

El Ministerio Fiscal atribuye al magistrado y fiscal de la fase de instrucción de este caso judicial que acabó con la absolución del grueso de acusados los delitos de revelación de secretos, detención ilegal, obstrucción a la Justicia y detenciones ilegales.

Para Bueyes, sin embargo, «ni Penalva ni Subirán han cometido delito alguno», en contra de lo que sostiene el Ministerio Fiscal, y aunque en estos momentos juez y fiscal están en el ojo del huracán,»las personas que conocemos las entrañas del caso vemos que esto no obedece a ninguna realidad».

Bueyes considera, por ejemplo, que el informe fiscal de Cursach que supuestamente se filtra a la prensa, tampoco «no vulnera ni conculca ningún derecho, porque la propia Hacienda pública tiene a bien publicar cada año la lista de morosos en procedimientos administrativos, y esto es mucho más grave porque son procedimientos penales. Aunque tampoco, porque nada más que se presentó, el juez decidió archivar el informe de inmediato, con lo cual, tampoco. Es una nueva cortina de humo para no profundizar en lo importante: 55 millones de euros no han sido investigados por supuesto delito fiscal o blanqueo de capitales».

Sobre el supuesto delito de prevaricación que habrían cometido, Bueyes subraya que la sala, «en un primer momento ya lo archivó, ahora se vuelve a reabrir, pero no va a tener ningún recorrido».

«Está apoyado en lo testimonios de los testigos que denunciaron con ingente documentación, como es el caso de mis clientes que aportaron videos donde se ve como enfrente de sus locales ponen basuras, escombros, y hay informes de la Guardia Civil que también lo apoyan».

Respecto a las detenciones ilegales, Bueyes recuerda que «todas las detenciones estaban hechas con el visto bueno del fiscal Carrau que los envió a la cárcel, y luego estas resoluciones fueron confirmadas por la Sección Primera que ha enjuiciado a estos señores. Hubo otras detenciones de la Policía Nacional de las que ellos no pueden responder, porque responderán de las que ellos hubieran ordenado. Tampoco lo veo».

Sobre las supuestas intimidaciones a testigos, Bueyes recuerda que estas recientes Navidades «salía en un medio una entrevista a Sbert (número dos  de Cursach) en la que decía que el fiscal Carrau le había amenazado cuando lo había detenido. ¿Entonces en que quedamos: fue Carrau, fue Subirán, fueron todos? Ya digo cortinas de humo. Están perdiendo el respeto a la Justicia».