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REAL MALLORCA

Sergi Darder-Pablo Torre, la dupla que ilusiona al mallorquinismo

Se espera mucho de la sociedad que formen los dos en el centro del campo

Morlanes puede ser el que complete el tridente de creación del Mallorca

El anuncio del fichaje de Pablo Torre podría producirse este mismo miércoles

Sergi Darder-Pablo Torre, la dupla que ilusiona al mallorquinismo. La afición espera mucho de la sociedad que formen los dos jugadores en el centro del campo. Una apuesta por la calidad y el buen trato al balón que debe ir en beneficio del equipo, que va a encontrarse con dos talentos descomunales en la sala de máquinas.

El aragonés Morlanes debería ser el que complete el tridente de creación del Mallorca, que obligatoriamente tendrá que incluir a un futbolista de mayores dotes de recuperación, como Omar Mascarell o Samú Costa, si es que el portugués finalmente se queda en la plantilla.

Sólo pueden esperarse cosas positivas de la pareja Sergi Darder-Pablo Torre, aunque Jagoba Arrasate tendrá que ubicarles en el campo sin que el equipo resulte descompensado y no será sencillo porque ambos jugadores comparten características similares. Torre es originalmente un media punta, aunque puede jugar también arrancando desde un costado, mientras que Darder da mejor rendimiento cuando actúa en el terreno de juego con total libertad de acción, sin encasillarse en un entorno concreto.

El mallorquinismo espera con ansiedad el anuncio definitivo del fichaje del centrocampista cántabro. Las tres partes esperaban haber llegado ya a un acuerdo ayer martes, pero quedan unos pequeños detalles pendientes que todo hace indicar que deberían desbloquearse hoy miércoles. El Mallorca tiene ya preparado el operativo para hacer oficial una incorporación que todos en el club están convencidos de que va a suponer un salto significativo de calidad en el equipo.

Por Pablo Torre el Mallorca pagará cinco millones de euros, pero el Barcelona obtendrá un derecho de recompra y además conserva el 50% sobre una plusvalía en la venta del jugador. Es decir, como ejemplo práctico, si el Mallorca lo traspasara por 10 millones, 7,5 se quedarían en la isla y 2,5 se irían a la Ciudad Condal, aunque la idea es que el futbolista esté mucho tiempo en Son Moix, donde ya le esperan con los brazos abiertos.