El PSOE exige al alcalde de Palma que garantice a los inmigrantes ilegales acceder a una vivienda digna
Considera que es clave en su integración y para construir "un futuro más próspero e inclusivo"
Defiende el enfoque intercultural para el desarrollo de una "sociedad cohesionada y próspera"
El PSOE exige al alcalde del PP de Palma, Jaime Martínez, que garantice a los inmigrantes ilegales acceder a una vivienda digna, después de que tras ocho años de gobierno de los socialistas en la capital balear y en la Comunidad Autónoma, la mayor parte de la población local residente haya sido expulsada del inflacionista mercado inmobiliario, convertido en el más caro de toda España.
Ahora en la oposición, el Grupo Municipal Socialista que acumula tres cambios de portavoz en menos de un año, ha presentado una propuesta para el pleno municipal del presente mes de mayo, en la que exige al gobierno municipal del PP que diseñe e implemente «políticas de integración».
El objetivo de las mismas sería promover «la igualdad de oportunidades para todas las personas, independientemente de su origen o situación migratoria, garantizando el acceso a la educación, la salud, el empleo y la vivienda digna, de acuerdo con la Constitución».
Tras dos legislaturas con los socialistas al frente del gobierno municipal donde los asentamientos de inmigrantes e indigentes proliferaron por doquier en todos los barrios y solares de la capital balear, con chabolas a 100 metros de la Plaza de España (Parc de Ses Estacions incluido), el PSOE apuesta desde la oposición por reclamar al alcalde, además de viviendas para estas personas con independencia de su estancia legal o ilegal en Palma, «programas específicos de soporte».
Irían destinados, «a facilitar su acceso a recursos financieros, formación empresarial y redes de apoyo, con el objetivo de potenciar la contribución intercultural en la economía local».
Y es que, según los socialistas, uno de los principales obstáculos para la integración de esta población de inmigrantes irregulares es lo que califican de «propagación de bulos y las constantes referencias que hacen la derecha y la extrema derecha, asociando la inmigración con la violencia, el empleo ilegal de viviendas y el colapso de los servicios públicos», apuntan en esta moción, donde la okupación, pasa a denominarse «empleo ilegal de viviendas».
Ejemplos de ello son, según los socialistas de Palma, las recientes declaraciones, en el marco de la campaña de las elecciones catalanas, del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, «quien hablaba de inmigración y delincuencia, así como las fábulas de la extrema derecha que afirman que la inmigración colapsa nuestros servicios públicos, aunque el Consejo Económico y Social (CES) afirma precisamente lo contrario».
Para esta formación uno de los principales retos que enfrenta nuestra sociedad hoy en día es la integración social, laboral y la participación de todas las personas, independientemente de su origen, raza o etnia, en las actividades de los diferentes ámbitos de una ciudad. Y en este sentido apuesta por materializarla «de forma armoniosa y pacífica», ya que vivimos en un mundo globalizado en el que «la promoción de la diversidad y la igualdad son valores fundamentales».
Por tanto, el concejal y portavoz del PSOE de Palma, Francisco Ducrós, insta al primer edil del PP, a trabajar para generar instrumentos y acciones que permitan» explorar el potencial de esta diversidad, estimulando la creatividad y la innovación, fortaleciendo la convivencia y reivindicando los principios democráticos para generar prosperidad económica, cohesión social y una mejor calidad de vida».
Por ello Ducrós insiste en la necesidad imperiosa de que Palma participe en foros multilaterales como la Red de Ciudades Interculturales, defendiendo el uso del enfoque intercultural para el desarrollo de una sociedad justa, cohesionada y próspera.
Sin mencionar ejemplo alguno de ciudad que haya alcanzado con esta fórmula ese nivel de prosperidad y bienestar generalizado, para los socialistas la inmigración juega un papel cada vez más importante y es fundamental la colaboración de las instituciones públicas, para «la construcción de un futuro más próspero e inclusivo para todos, desde el respeto a la diversidad y el fomento de la convivencia intercultural».