El PSIB-PSOE es la izquierda perdonavidas

En una reciente columna titulada La izquierda valiente, Luis Ventoso se pregunta al finalizar el texto, en tono irónico: «¿Quién va a querer seguir sufriendo a la ultraderecha cuando puedes disfrutar de la reconfortante experiencia de que te abrasen a impuestos, te metan el wokismo hasta en la sopa y te den la chapa guerracivilista en lenguaje inclusivo?».

Lo de La izquierda valiente en el titular no es una invención suya, sino el eslogan del PSOE para los congresos regionales, hasta puede que incluso el que llevará a cabo el PSIB-PSOE en próximas fechas. La izquierda tiene su vena creativa bastante despierta, compensando así sus grandes carencias en la gestión de los asuntos y la convivencia en común. Lo suyo predilecto es levantar muros (la chapa guerracivilista), lavarnos el cerebro (wokismo) y sacarnos la pasta gansa (abrasarnos a impuestos), para mantener aquellos chiringuitos en los que colocar a los suyos y procurar perpetuarse. 

Manda cojones, así dicho, que el PP, al gobernar, no decida desmontarlos. En Baleares, también los hay. ¿Qué nos puede contar Marga Prohens?

Luego se sacan de la manga o de la chistera eso de La izquierda valiente que no sabemos muy bien a qué se refieren, porque valiente también se interpreta como «bravucona, perdonavidas o fanfarrona» cuando va de referimos a «una persona (el PSOE) que presume de sus condiciones reales o imaginarias. El cartelito, entonces, La izquierda perdonavidas.

De hecho, la RAE nos cuenta que el significado de perdonavidas es éste: «Persona que presume de lo que no es y se jacta de valiente». Clavado lo que es el PSOE, aquí PSIB-PSOE: La izquierda perdonavidas.

Mis queridos baleares, en edad de votar, como muy tarde el 2027, incluso antes. Puede que ya tengáis interiorizado en fase de metástasis que siempre los vuestros, por muy corruptos que sean, antes que dejarle gobernar a la derecha. Entonces caso cerrado, por perdido. Me dirijo al resto, entonces, aquellas gentes capaces de desarrollar un sentido crítico. En clave general (Congreso de los Diputados) tenemos un empate: cuatro en representación del Pacte de Progrés y otros cuatro, la suma de PP y Vox. Conviene retener en la memoria que esos cuatro de izquierdas son los que han contribuido a la Ley de Amnistía o sin ir más lejos, el Cupo Catalán, ambos de marcado carácter inconstitucional y este último claramente en contra de los intereses de Baleares, siendo, precisamente, diputados por las Islas Baleares.

En clave autonómica (Parlament balear), tenemos que el Pacte de Progrés, consiguió reunir 25 escaños, mientras la derecha obtuvo 34 escaños. Esto es, la mayoría absoluta. Pregunta: ¿Este primer año y medio de legislatura, hemos visto confirmado el temor a ¡que viene la ultraderecha, que viene el fascismo! por un casual? Creo que no. Los pactos PP-Vox, vigentes, van a toda vela y sin perjuicio alguno para la ciudadanía. ¿Qué ha hecho entonces la izquierda toda ella? Abandonar el Pacto por la Sostenibilidad Turística. 

Primero las asociaciones afines, acto seguido y en fila india el PSIB-POSE, Podemos y Més. La excusa, oportunidad perdida por la falta de ambición y propuestas. Definieron este pacto como «un juguete de distracción» y sin esperar siquiera a la reunión marcada para el 27 de febrero, en la que debía presentarse el  documento de propuestas. Nada más irse, empezó a sonar la trompetería de manifestaciones antimasificación, por cierto las mismas que sí fueron consentidas durante el fatídico octeto del Pacte, 2015-2023. 

Son incapaces de entender que el turismo es un fenómeno que emergió en las Islas a finales de los años 50 y que desmontar los errores no es cuestión de un abrir y cerrar de ojos. Lo es, en cambio, trabajar juntos y de manera solidaria los ideológicamente distintos para reconducir siete décadas que en principio fueron de sol y playa y es ahora que debe prevalecer lo sostenible. 

Sin perder de vista que de unos años a esta parte Palma ha pasado a ser una de las ciudades europeas predilectas para escapadas en el fin de semana. De ahí, que Cort haga una apuesta fuerte por convertirla en capital cultural. La izquierda woke, mientras tanto, prefiere optar por las algaradas, en lugar de contribuir a convencer al tejido empresarial de su papel trascendental, en la redefinición de un sector que es mayor aportador de puestos de trabajo, en una economía, la nuestra, que hoy por hoy es un monocultivo. 

Un detalle significativo. El Govern del PP quiere invertir 1.200 millones de euros en proyectos de medio ambiente y el ciclo del agua, aportando los 860 millones de euros recaudados de la ecotasa desde 2016, además de los 260 millones aportados por fondos europeos. Quiero suponer que esos millones de la ecotasa los tiene en caja, lo cual debe recordarnos que el Pacte regaló a la cadena Ser, 500.000 euros para un concierto, cabe suponer que en pago de su condición de medio completamente sumiso al Puto Amo. Esta es la izquierda que nos hemos regalado para que no gobierne la derecha. ¡Jopé!

Queridos baleares a salvo de la metástasis ideológica de la gauche divine y en edad de votar en 2027, incluso antes, cuando aparezca en el horizonte el eslogan L’Esquerra valenta, pensad que en realidad se trata de L’Esquerra gallet, o sea gallito de pelea sin ir más lejos. Estoy convencido de que sois mayoría sociológica y por tanto en disposición de defender valores que esta izquierda woke, y en consecuencia radical en el peor de los sentidos, dejó en la estacada cuando en 1993 Joan March consagró aquello de Socialismo y Autonomía, es decir, el acercamiento de las izquierdas al nacionalismo.

Nos jugamos demasiado en ello y por favor que PP y Vox se pongan las pilas de una vez por todas, aunque con Prohens la cosa anda difícil, pues la campanera viene demostrando que no tiene madera de líder y caso de que por un casual la tenga, ya va siendo hora de demostrarlo a las claras. ¿Sí?