La producción agrícola en Baleares cae un 12,8% en un año: se hunden los cereales, la algarroba y el almendro

• Miquel Ángel Font @mafontvilla3
• Corresponsal político en OKBaleares. Antes, redactor jefe de EL MUNDO/ El Día de Baleares.
• • 07/10/2024 06:48
  • Actualizado: 07/10/2024 06:48

La producción agrícola en Baleares descendió un 12,8% en 2023, según el informe del Consejo Económico y Social de Baleares. (CES). La producción ganadera, por contra, experimentó un aumento del 24,4%. El informe achaca la bajada de la producción agrícola  al descenso del precio de los cereales, leguminosas, los forrajes y, sobre todo, la algarroba después del  fuerte e inusual aumento que este producto experimentó en 2022.

Según el informe del CES, los datos de producción total agraria son malos pero se deben principalmente a que 2022 fue un año con algunos elementos distorsionadores más coyunturales que estructurales y que, por tanto, no deberían tener un efecto más allá del año 2023. Entre estos elementos que originaron los buenos datos de 2022 señala el elevado precio de la algarroba.

También señala el informe sobre la producción agrícola en Baleares, el hecho de que en 2023 las subvenciones descendieron un 23% pasando de un total de 66 millones en 2022 a 51 millones de euros. Este acentuado descenso de las subvenciones se debe a cuestiones ajenas a los productores como sería el funcionamiento cíclico de los programas europeos de ayudas. En definitiva, que en 2023 se convocaron menos programas de ayudas que el año anterior.

Debido al descenso de la producción agrícola en 2023, la renta de los agricultores fue de 131 millones de euros, un 11,5% menos que en 2022.

En cualquier caso, si se tienen en consideración los últimos cinco años se observa que los datos de 2023 no son tan malos dado que 2022 fue un año atípico por la irrupción de un producto, la algarroba, que sufrió un proceso especulativo importante, con una subida muy fuerte de la cotización los años 2021 y 2022. En 2023, sin embargo, el precio de la algarroba regresó a  valores más moderados. La bajada del precio de la algarroba en 2023 fue del 77% respecto al año anterior. Esto supuso un descenso muy importante de la producción final agrícola

Si se analizan los grupos de cultivos más importantes, en los de herbáceos extensivos hay un aumento importante de las producciones y una bajada de los precios producida por la finalización de los efectos post pandemia y de la guerra en Ucrania que incidían de manera significativa en la subida de precio.

La mejora de rendimientos y producciones respecto a 2022 no ha sido generalizada y en algunos lugares de las Islas Baleares ha sido un año malo, con rendimientos bajos o casi nulos, como por ejemplo en Ibiza o en el sur de Mallorca.

Los datos de la patata y el resto de hortalizas disminuyen en toneladas producidas un 13,2%, pero al mejorar los precios el resultado es que la producción final baje un 3,8% respecto al año 2022.

Los cítricos, por el contrario, experimentan un incremento de la producción del 8,5% respeto a 2022, Aumenta tanto el número de toneladas como los precios. En cuanto al resto de la fruta, los no cítricos, fruta dulce y frutos secos, descienden la producción un 29%. Este importante descenso se debe principalmente al cultivo del almendro, que pasa de 2.982 toneladas producidas en 2022 a 1.925 en 2023.

La fruta dulce sin tener en cuenta el almendro se encuentra en una situación estable, tanto en la producción como en superficie cultivada, con un aumento del 2% de la producción en euros en 2023. Por otra parte, la bajada de la producción en el almendro se debe básicamente a la climatología, concretamente la falta de precipitaciones y horas de frío, y la DANA del verano de 2023, que estropeó parte de la cosecha.

El almendro, señala el informe del CES, aun siendo uno de los cultivos leñosos con más tradición en Mallorca e Ibiza, pasa por una situación difícil debido al cambio climático y la llegada hace unos años de la Xylella fastidiosa, que ha obligado al sector a una reconversión del cultivo que se ha traducido en la utilización del regadío. Ésta reconversión no ha sido posible en todos los casos y los procesos de abandono que se vienen produciendo desde hace años se han acelerado.

En 2023, por el contrario, el olivo ofreció unas producciones históricas en un contexto regional de precios elevados. Esto alivió la carga que suponen las altas gastos de producción, sobre todo en el olivar tradicional de montaña, e hizo disminuir el diferencial de precio con el resto de competidores. La producción creció un 98,1% respecto a 2022, mientras que los precios se mantuvieron semejantes a los de 2022.

El sector del viñedo y el vino continúan su evolución creciente a buen ritmo en la etapa post pandemia: la producción final pasa de 42.090.163 euros a 43.219.311 euros, y, por tanto, crece un 2,7%.

Aumenta la producción ganadera

Frente a los malos datos de la producción agrícola en Baleares están los de la producción ganadera, que aumentó en 2023 un 24,4% en referencia al año anterior. Hubo una subida generalizada de precios y de algunas producciones como la miel y los huevos. La producción de huevos de gallina aumentó un 35% . Si a esto se añade la mejora de los precios la facturación ha subido casi el 75% en referencia a 2022. 

Las producciones de leche se mantienen estables y las de miel aumentan un 16,4%. Por otra parte, se ha producido un ligero descenso de la producción de carne, en toneladas de canal, lo que no hace más que certificar la tendencia de los últimos años de disminución de la cabaña ganadera y de producción de carne. El bajón en las producciones es más acusado en el sector porcino y en el sector bovino, unas producciones muy ligadas a la compra de piensos y forrajes y esto provoca que la mejora en los precios no es suficiente para cambiar la tendencia decreciente.

Los mejores precios registrados en el precio de la leche, la carne y los huevos en 2023 son los principales responsables de las buenas cifras.  En cualquier caso, a pesar de las subidas más o menos generalizadas de los precios de los productos, la rentabilidad de las explotaciones se ve comprometida por los elevados gastos de producción.