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Los niños de Baleares tienen su primer contacto con la pornografía entre los 8 y los 11 años

Un policía tutor advierte de la exposición cada vez más temprana y a veces involuntaria de los menores a la pornografía

Los niños de Baleares tienen su primer contacto con la pornografía entre los 8 y los 11 años. El policía tutor de Marratxí (Mallorca) Silvestre del Río ha advertido de la exposición cada vez más temprana y a veces involuntaria de los menores a la pornografía a través de internet, contenidos que son a su vez más explícitos y violentos. Así lo expuso esta semana en la conferencia titulada ¿Barra libre de redes sociales en la infancia y la adolescencia? que impartió en la sede del Colegio Oficial de Psicología de Baleares (Copib) ante varias decenas de profesionales del sector.

Según el experto en menores y redes sociales, estudios recientes apuntan a que los jóvenes de Baleares tienen su primer contacto con los contenidos pornográficos entre los ocho y los once años, pero no siempre lo hacen por voluntad propia, informa Europa Press.

«Las grandes empresas de la pornografía ya tienen el mercado de los menores de entre 13 y 14 años consolidado, pero quieren ganar más dinero y quieren captarlos antes. Entonces, ¿qué hacen? Por ejemplo, pagan para posicionar palabras comunes en las que salga porno», ha explicado Del Río, que pone sobre la mesa dos ejemplos.

Uno sucedió en un colegio católico de Mallorca al que acudió después de ser alertado por las profesoras -monjas- de que había fallado el sistema y a los alumnos les estaba saliendo contenido pornográfico mientras estaban realizando un trabajo académico en el ordenador.

«Cuando nos íbamos pregunté: ¿de qué era el trabajo?, ¿qué estaban buscando los niños para que les saliera porno? A la Virgen María. Estaban haciendo un trabajo sobre la Virgen María y les salió porno», ha recordado Del Río.

Una situación idéntica, ha añadido, ocurrió en una clase de formación profesional de cocina en la que los alumnos estaban buscando en la red una receta de almejas.

Además, ha alertado Del Río, este tipo de contenidos a los que están expuestos los menores muestran cada vez más, y de forma más explícita, situaciones en las que las mujeres son sometidas a una «extremada violencia».

Esto influye de tal manera en la percepción de la sexualidad que tienen los menores que se han llegado a dar casos -de los que el policía tutor ha tenido constancia- de jóvenes que necesitan consumir medicamentos contra la disfunción eréctil para mantener relaciones «porque sólo se excitan si hay violencia».

Estas dinámicas, ha comentado Del Río, se extienden a aplicaciones como Onlyfans, una plataforma de suscripción dirigida a adultos que permite a los creadores monetizar el contenido que suben, eminentemente de carácter sexual.

«Nuestros menores se meten en un chat en el que está una chica en directo, y por un precio o una suscripción ella hace lo que tú le pides. ¿Qué están entendiendo con esto? Yo ordeno, tú obedeces», ha señalado.

El policía también ha alertado del reclamo que las grandes sumas de dinero que estas plataformas prometen a los creadores a cambio de su contenido genera entre muchas jóvenes desde antes de cumplir la mayoría de edad. «Muchas dicen que van a dejar de estudiar para tener una página de Onlyfans», ha indicado.

«Lo normalizan, ven chicas que ganan grandes cantidades de dinero y se creen que es verdad. Y aunque sean alumnos de corta edad, no me gusta mentirles. ¿Hay mujeres que ganan mucho dinero con Onlyfans? Sí, pero ¿qué porcentaje? Es como el fútbol, jugadores que puedan vivir de ello no llegan ni al 5%», ha ejemplificado.

La exposición explícita de los menores de edad y la alteración de su «percepción sobre el sexo y la prostitución» no son los únicos riesgos de este tipo de plataformas para adultos. También son caldo de cultivo para «redes de proxenetas» que, de nuevo a cambio de promesas millonarias, explotan a las chicas.

«Los proxenetas ya no están en los barrios chinos. La prostitución no se ve en la calle, pero no es que no la haya sino que ahora se queda por internet», ha remarcado.

Las jóvenes también corren el riesgo de verse arrastradas hasta otras aplicaciones, como las destinadas a los sugar daddy, hombres adultos que ofrecen algún tipo de remuneración -dinero, regalos- a cambio de relaciones sexuales o afectivas.

«Es la mejor campaña de blanqueo de la prostitución que se ha hecho en la historia», ha sostenido el policía. «Muchas veces no están obligadas a tener relaciones sexuales, pero como la menor tenga problemas económicos o venga de un entorno complicado es muy fácil que digan que sí. Y si lo hacen, acaban de caer en la trata de personas», ha sentenciado.

Aviso a los padres

Por otro lado, el también coordinador de Seguridad Ciudadana y Servicios Sociales de Marratxí ha advertido a los padres del peligro que supone publicar en redes sociales fotografías de sus hijos menores de edad, ya que es la principal fuente de la que se nutren los pedófilos.

«Cada vez que escuchamos una noticia y vemos que hay incautados no sé cuántos archivos pedófilos, en nuestra cabeza imaginamos vídeos oscuros, violaciones, agresiones sexuales violentas… Pero hoy en día, a un pedófilo le basta con hacerse un perfil en redes sociales que estén frecuentadas por menores y ya tiene bastante contenido para satisfacer su deseo», ha señalado.

Cerca del 72% del material que las fuerzas y cuerpos de seguridad intervienen en las investigaciones contra este tipo de delincuentes, ha asegurado, habían sido subidas a internet por las familias de niños y adolescentes, empezando por las ecografías.

«Tenemos que entender que cada vez que subimos algo de nuestros hijos, aunque a nuestros ojos pueda ser inocente, a ojos de un pedófilo puede ser erótico. Antes de hacerlo nos tenemos que preguntar quién lo va a ver y qué connotación le va a dar», ha pedido el policía de menores, quien cuenta con más de dos décadas de experiencia en este campo.

Del Río ha recomendado que, en el caso de publicar imágenes de menores de edad en redes sociales, a éstos no se les pueda reconocer fácilmente ni se puedan observar detalles que den información personal sobre ellos como, por ejemplo, el colegio en el que estudian.

«Un poquito de precaución, porque al final nos quejamos del uso que hacen los menores de las redes sociales, pero somos los papás los que los metemos en eso», ha subrayado.

El libre acceso de los menores a las redes sociales y la tecnología, con mayor o menor permisividad de los progenitores, también les expone a los pedófilos, incluso en entornos que aparentan ser seguros.

«Hay aplicaciones que pensamos que son infantiles pero son las más peligrosas. Roblox está lleno de pedófilos, pero Tiktok es la que más llena está. Les invito a entrar en ese mundo y hablar por allí dos minutos, verán que poco tardan en tener una proposición para dar el teléfono, mandar fotos desnudo o quedar», ha incidido el policía.

Las garras de estos delincuentes también llegan hasta juegos online que ofrecen la posibilidad de chatear con el resto de cibernautas. Del Río ha puesto como ejemplo las ofertas que circulan por internet y que exigen fotos comprometidas a cambio de las monedas virtuales que se emplean en determinados videojuegos.

«Cualquier aplicación destinada a un público infantil que tenga conexión a internet y tenga chat está llena de pedófilos. Es fácil de entender, pero a los padres nos cuenta mucho», ha aseverado.

Por ello y por el riesgo de que consuman otro tipo de contenido inadecuado -como pornografía, por ejemplo- Del Río ha recomendado instalar sistemas de control parental en los dispositivos de los menores.

«Ahora mismo es más seguro dejar a mi hijo a medianoche sentado en la calle que dejarlo solo en la habitación con conexión a internet. En la calle es muy difícil que pase una persona con malas intenciones, pero en internet tardaría dos minutos», ha concluido el también fundador de la asociación Educando Proteges.