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Multa de 600 euros a un grafitero pillado ‘in fraganti’ en la plaza del Cardenal Reig de Palma

Estaba realizando una pintada vandálica en la persiana de un establecimiento

El importe se podría incrementar con la responsabilidad civil que el perjudicado reclame

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La Policía Local de Palma ha abierto un expediente sancionador por un importe máximo de 600 euros a un joven, de 26 años y nacionalidad argentina, cuando, presuntamente, pintaba un grafiti en la persiana de un establecimiento de la plaza del Cardenal Reig.

Los hechos tuvieron lugar a las 01.00 horas de este jueves, al recibir una llamada que alertaba que tres individuos estaban pintando grafitis en la zona, según ha informado el Ayuntamiento de Palma en una nota de prensa.

Al recibir esta información, una dotación se trasladó hasta allí donde observaron la presencia de tres jóvenes, mientras uno de ellos pintaba sobre la valla metálica. Al percatarse de la presencia de los agentes, este joven intentó esconder la bolsa que contenía tres botes de espray de diversos colores en un portal anexo.

Además, los agentes constataron que de los tres jóvenes identificados, era el único que tenía las manos manchadas de pintura, por lo que no se actuó sobre los otros dos acompañantes. Por estos motivos, el grafitero ha sido denunciado por una posible infracción de la Ley de Seguridad Ciudadana y deslucimiento de bien inmueble, por lo que se enfrenta a una sanción máxima de 600 euros que se podría incrementar con la responsabilidad civil que el perjudicado pueda reclamar.

El Ayuntamiento ha indicado que la Policía Local presta especial atención sobre el control y seguimiento de los grafiteros, por lo que ha destacado que entre estas actuaciones se ha identificado a tres jóvenes como autores de varias pintadas vandálicas en las calles Manacor, Llucmajor y Joan Maragall.

Los agentes constataron que estos grafiteros también podrían haber realizado pintadas en vagones de trenes y mobiliario urbano de Madrid.

Por su parte, desde el inicio de legislatura, Emaya ha limpiado cerca de 6.000 grafitis en Palma, un millar de ellos localizados en lugares emblemáticos y puntos como la plaza del Olivar, Costa de Santo Domingo, el Mercado de Pere Garau, la calle Sindicat, la plaza del Tub o la calle Bonaire.

A ello hay que añadir que en los últimos cuatro meses, la empresa municipal de limpieza también ha actuado sobre las fachadas de 92 edificios privados a instancias de las comunidades de propietarios. Cabe reseñar que Emaya aplica un precio muy asequible si se desea que se limpie de grafitis una propiedad privada.

Los grafitis vandálicos siguen siendo una plaga en la capital balear que cuesta, además, un buen pellizco a los contribuyentes palmesanos.

El Ayuntamiento gastará 250.000 euros sólo en borrar pintadas vandálicas en espacios monumentales y edificios protegidos.

Pese a que la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) tiene un servicio y personal específico destinado a este fin en el resto del espacio urbano de la ciudad, la compañía ha sacado ahora un concurso para el borrado de toda clase de pintadas allí donde más duele: en edificios catalogados y protegidos que integran el patrimonio urbanístico de la ciudad y en bienes de interés cultural.

Será un servicio externo especializado en la eliminación de estas pintadas que incluye su limpieza y trabajos de decapado de pintura hasta su completa restauración.

Como reconoce el Ayuntamiento en el pliego de condiciones de la convocatoria, Palma al igual que cualquier otra ciudad, está sujeta a una degradación continua de su espacio urbano a consecuencia de la proliferación de actos vandálicos como pintadas, grafitis o manchas de pintura, que derivan en un empeoramiento de la imagen de la vía pública.

Aunque Emaya dispone de un servicio de eliminación de grafitis bajo demanda para todo el término municipal de Palma, no obstante, atiende únicamente a edificios de titularidad pública o privada sin catalogación.