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La inflación y la incertidumbre por la pandemia provocan la desaceleración económica de Baleares

La aparición de ómicron, la crisis de suministros y el aumento del coste energético han frenado la economía

El temor a la subida de impuestos anunciada por Pedro Sánchez está retrasando las inversiones empresariales

Sánchez propondrá limitar o cerrar discotecas y restaurantes la próxima semana para frenar el Covid

El precio de la luz fulmina todos los récords: este lunes alcanzará los 340 euros/MWh

2021 debía ser el año de la recuperación económica, del fin de las restricciones y del inicio de la añorada normalidad. Sin embargo, la entrada en escena de ómicron, cuando la variante delta aún no ha desaparecido, deja una situación compleja. Además, a la crisis sanitaria hay que sumarle la falta de microchips, la escasez de materias primas, la escalada de precios de la energía y el avance de la inflación. Todo junto ha desatado una tormenta perfecta que genera incertidumbre y está provocando una desaceleración del crecimiento económico.

A pesar de las buenas cifras que ha dejado la temporada turística en Baleares y que el comportamiento del tercer trimestre ha sido bueno, las inversiones se siguen posponiendo. Así, la desaceleración está afectando al que debería ser uno de los motores de la recuperación, debido a las bajas expectativas de los empresarios. Según la Confederación de Asociaciones de Empresas de Baleares (CAEB), además de las circunstancias que afectan a todo el mundo, hay dos factores más. Uno es el temor ante la subida de impuestos que quiere acometer Pedro Sánchez. El segundo, el retraso en la asignación de las inversiones pública ligadas a los fondos Next Generation.

A principios de 2021, los agentes económicos advirtieron del efecto rebote que se iba a producir en los sucesivos trimestres del año por las nefastas cifras de 2020. En el caso particular de Baleares, dicho efecto se ha notado con fuerza, pues la economía sufrió una caída histórica. En este sentido, CAEB ha desgranado que el valor añadido bruto no agrario de las Islas subió un 26,5% en el segundo trimestre. Sin embargo, la senda del crecimiento comenzó a moderarse para el tercer cuarto del año, que cerró con una evolución del 15,4%.

La patronal incide en que 2021 no ha sido un mal año, aunque esté lejos de las cifras de prepandemia, y que la temporada turística ha generado unos beneficios muy necesarios para Baleares. Es decir, el turismo ha servido para reactivar el maltrecho tejido empresarial. En cuanto a la desaceleración por sectores de Baleares, servicios registró un crecimiento del 28% en el segundo trimestre, mientras que en el tercero cerró con una evolución del 17,5%. En la industria, un 16,3% frente al 8,1%. Y en la construcción, un 20,5% frente al 2,2%.

Una recuperación que se pospone

El frenazo es generalizado y del cierre de 2021 depende que se cumplan las previsiones emitidas por los órganos internacionales y nacionales. Cabe señalar que, en términos generales, dichas previsiones se han ido modulando a la baja en el transcurso de los meses. Las causas: los desajustes entre oferta y demanda por la falta de productos; la tensión sobre las cadenas de aprovisionamiento por la escasez de semiconductores y materias primas; el repunte de la inflación y la escalada de precios de la energía. A esto hay que sumarle el mentado temor a la subida de impuestos y la posibilidad de que vuelvan las restricciones a España.

Ómicron está obligando a abordar la campaña de Navidad de manera distinta a como se esperaba. A escasas semanas de terminar 2021, la incidencia en Baleares es de unos 445,2 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. CAEB ha remarcado que de esta forma se cumplen 31 días en riesgo alto, aunque el 83,9% de la población cuenta con la doble pauta de vacunación. Aun así, parece que la nueva variante está fuera de control y provoca que la preocupación y el miedo aumenten. Precisamente, casi la totalidad de cenas de empresa se han cancelado y lo mismo está sucediendo con las celebraciones de Navidad.

Los países endurecen sus restricciones y algunos estudian confinar de nuevo a la población. La desaceleración ha provocado que una parte del crecimiento esperado para 2021 se posponga a 2022, pero el contexto actual deja un escenario lleno de sombras. Las previsiones no contaban con que volviesen las restricciones más duras del inicio de la pandemia. Y es que Sánchez planteará en la conferencia de presidentes de este miércoles limitaciones al ocio nocturno y la restauración. Incluso se podría volver a cerrar el interior de los locales. La incertidumbre aumenta, la inflación crece y la economía frena de nuevo, con la esperanza de que no caiga de otra vez. Baleares, con el resto del mundo, encara el segundo año de la pandemia.